La Palabra

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LA PALABRA
No.13, Febrero de 2013
 
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profa. Irma Clemencia Lara Martínez.  
Correo: pamaranto_j@yahoo.com.mx

www.lapalabrareflexion.mex.tl
http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch



 
 
Entregan instalaciones del CCH
Prof. Jesús Pacheco Martínez
 
Después de 14 días de retener las instalaciones de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades, los estudiantes inconformes  aceptaron desalojarlas,  después de un día arduo y difícil de diálogo, consultas, y finalmente acuerdos con las autoridades del Colegio.

   Un acuerdo es el de iniciar un diálogo a partir del jueves 21 de febrero, para analizar y resolver sobre el tema de la expulsión de seis estudiantes del CCH Naucalpan y el retiro de las actas penales contra cinco estudiantes procesados, así como los puntos establecidos en el pliego petitorio presentado a las autoridades.

   El compromiso de los jóvenes inconformes y las autoridades del Colegio, es el de abrir espacios de discusión y participación de estudiantes, en torno a la actualización del Plan y Programas de Estudio, misma que se difiere hasta el 30 de noviembre para su aprobación, conforme a los resultados de las propuestas de la comunidad del CCH.


   Es de congratularse que se haya llegado a estos acuerdos por la vía del diálogo y haber dejado pasmados a quienes desde dentro de la Universidad y fuera de ella, se exigía la represión contra los “violentos”, los “vándalos” y otras adjetivaciones, sin reflexionar lo grave que hubiese sido si se recurre a acciones de esa naturaleza.

 
   El propio rector, en su discurso del jueves 21, de febrero pronunciado en la Torre de Rectoría señaló:  “…nos sentimos afectados por la incomprensión de Diálogo del 20 de febrero de 2013 quienes asumen una actitud ligera y superficial, por decir lo menos, cuando expresan que un problema como éste se puede resolver fácilmente con la aplicación de la fuerza. Parece que las experiencias previas les han pasado de noche”.

   "La violencia no tiene cabida en la UNAM…queremos demostrar frente a los jóvenes, que antes que con la fuerza, se debe actuar con la palabra y la razón…la  imagen –de la universidad-  que de ella se ha proyectado, existe, desafortunadamente es real, pero de ninguna manera corresponde a la que cotidianamente, con su trabajo, genera la mayoría de nuestros académicos, estudiantes, trabajadores y egresados…los problemas en la Universidad se tienen que superar a través del debate racional y la construcción de acuerdos y que en el proceso debe imperar el respeto a esta casa de estudios y a su comunidad”.
 
                                              
   




   










Jóvenes que ocuparon la Dirección General del CCH leen un comunicado en el que informan sobre sus exigencias para entregar las instalaciones (Martes 19 de febrero de 2013).


   El rector de la UNAM pidió a los jóvenes “comprender” la gravedad de los actos y reflexionar sobre ellos. José Narro Robles, señaló que la institución a su cargo actuará con firmeza pero sin autoritarismo en el caso de la toma de la dirección general de Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) y no permitirá la impunidad. “Queremos actuar en contra de la impunidad, pero sin actitudes autoritarias. Queremos que la sociedad reconozca que frente a problemas como el que nos afecta, existen respuestas que van más allá del solo uso de la fuerza”. Y la frase lapidaria que los medios  multicitaron: ¡La violencia no tiene cabida en nuestra institución! (Con información de Notimex y La Jornada (impresa) y La Jornada en Línea).

   Algo paradójico que sucedió el jueves 21 de febrero fue que al finalizar su discurso, el rector no aceptó preguntas de los reporteros de los medios de comunicación presentes y los estudiantes inconformes al establecerse la mesa de diálogo con las autoridades del CCH, también rechazaron la presencia de los medios de comunicación.

   Por otra parte, la Universidad no se derrumbó ni entró en crisis como le auguraban sus detractores internos y externos. Sin estos movimientos sociales aunque sean pequeños, la institución se anquilosaría y más aún, cuando sus autoridades lo que quieren es puras adherencias a una política vertical y autoritaria. Lo grave de todo esto, es que haya una parte del personal académico que no piensa por sí mismo y no asume una orientación conforme a sus intereses profesionales y de acuerdo a lo que se necesita preservar en nuestra Casa de Estudios, acorde con las necesidades sociales de nuestro país y no con los intereses mezquinos de las empresas nacionales y extranjeras, que reclaman cambios en la educación, en la salud, en el empleo, etcétera, para satisfacer la avaricia voraz de la economía de mercado.

   Sin la participación real y efectiva de los académicos y de los estudiantes a través de espacios apropiados para ello y con la información puntual de lo que se analice, reflexione y se proponga, nadie podrá afirmar que se consultó a la comunidad y que ésta resolvió en libertad y con responsabilidad.

   Ojalá se aprenda que antes de condenar, es necesario analizar las causas de una acción de protesta, de inconformidad o de simplemente las ganas de decir tu palabra y decirla fuerte para que todo mundo la escuche, como lo hizo este grupo de estudiantes, aunque no estemos de acuerdo con las formas que utilizaron. Yo espero que las autoridades les sigan escuchando y atendiendo para superar una práctica viciada en la Universidad: la simulación de la participación, de la consulta y de la democracia.

   En ese sentido reproducimos la carta enviada a El Correo Ilustrado de La Jornada, donde se plantea que la violencia opacó a la oposición:




 
Violencia en la UNAM hizo invisibles a opositores
La Jornada, viernes 22 de febrero de 2012.
 
Independientemente del rumbo que tomen las negociaciones sobre la entrega de las instalaciones de la DGCCH, la pugna entre autoridades y los activistas que realizaron la toma ha desviado la atención sobre la verdadera problemática del CCH: la revisión curricular, además de hacer invisibles a todos los otros opositores, quienes han venido construyendo con la comunidad una crítica pedagógica, racional y puntual a esta reforma.

   Nosotros hemos sostenido desde un principio que la revisión curricular se está llevando a cabo a través de métodos antidemocráticos que excluyen de la discusión a la mayoría de la comunidad y es en este punto donde seguiremos insistiendo.

   La rectoría y la dirección general buscan concluir el desmantelamiento del último pilar critico de nuestra universidad: El proyecto original del colegio, y por ello convocamos a la posiciones más diversas, hoy polarizadas, a luchar por la única instancia donde puedan ser escuchadas e incluidas en la toma de decisiones: Un Congreso Democrático Resolutivo del CCH. Esta sería una salida real al conflicto y no pequeños foros excluyentes y no resolutivos, como intentaran imponer las autoridades. Así lo expondré en el pleno del Consejo Universitario.

   La lucha apenas comienza. Construyamos juntos una unidad que respete la diversidad para así recuperar y defender el proyecto original del CCH.
 
Anahí Martínez Díaz
 

 
 


En el principio era el verbo o La mano de la buena fortuna
Javier Aranda Luna
 
Toda reflexión sobre el lenguaje es, a fin de cuentas, una reflexión sobre el mundo. Las palabras son el teatro de la vida; nombran mundos en su conjunto como el de la mecánica o el de la medicina pero también en cada uno de sus detalles. El universo cabe en una palabra y cada hueso de nuestra estructura tiene un nombre.

   Y así como la vida sigue o cesa o pierde sentido, las palabras también. El escritor serbio Goran Petroviç cree, al parecer, que vivimos en un camposanto de palabras si nos atenemos a su novela La mano de la buena fortuna. El olvido, la desmemoria, son las causas que devoran nuestro entorno.

   Este libro deliciosamente singular además de ser una novela es toda una reflexión sobre el lenguaje, la imaginación y la memoria.

   Si las palabras son el reflejo más inmediato de nuestros pensamientos y emociones, cuando pierden su sentido porque con unas cuantas pretendemos decirlo todo, las palabras en realidad están muertas.

   Qué curioso: vivimos una de las épocas más complejas de la historia de la humanidad. Una época en la que más escribimos y leemos gracias a las nuevas tecnologías y también en la que sólo nos comunicamos con un puñado de palabras.

   Los académicos calculan que los jóvenes se valen de poco más de 200 vocablos para comunicarse. Para hablar del amor, la comida, la física o las matemáticas; los juegos electrónicos, los deportes, las conjuras, los celos, los tsunamis o los desastres causados por los cometas y por ejemplo, las crisis ambientales y financieras.

   También los académicos nos informan que Shakespeare para escribir sus obras, que son el pulso de la condición humana, se valió de más de 20 mil palabras. Comparado ese mundo del poeta isabelino, nuestro universo lingüístico y de nuestros jóvenes francamente parece de cochera.

   Resulta claro que esos 200 vocablos polisémicos, a fuerza de usarse indiscriminadamente para pretender nombrarlo todo, y los vocablos que no se utilizan le dan la razón a Petroviç: las palabras han perdido en buena parte su sentido. Por falta de uso o por abuso de ellas.

   En La mano de la buena fortuna las palabras muertas sólo se reincorporan cuando con ellas nombramos nuevamente al mundo, cuando no olvidamos lo que nos dicen. Muertas, olvidadas, nos llevan al vacío, a la zona de lo innombrable donde resulta imposible transitar.

   En esta novela, el escritor Anastas Branica escribe un libro, Mi legado, sin otro interés que el de construir un sitio de encuentro con el amor de su vida.

   Petroviç está convencido que los libros son puntos donde se pueden encontrar otros lectores. Nos pregunta y se pregunta a través de uno de sus personajes: cuando un libro llega a apasionarte particularmente, ¿tienes la sensación de no estar solo, de que además de ti hay otros semejantes, entusiastas, que por casualidad, por la ley de la probabilidad, lo inician al mismo tiempo, en otra parte de la ciudad, en otra ciudad, tal vez en otra parte del mundo?

   Ese es el mundo de La mano de la buena fortuna, el de la obra abierta en la que el tiempo corre con otro tiempo; en la que cada lector escribe, con su imaginación, entre líneas.

   Branica escribe una novela sin trama. Una novela que es sólo escenarios, paisajes, lugares, para que él y su amada puedan hacer su vida y contarnos el cuento de sus días. El mundo, parecen decirnos, no tiene trama, es un escenario en el que cada lector traza sus pequeñas historias. Mi legado, la novela dentro de la novela que es La mano de la buena fortuna, es un mundo abierto, un génesis en el que cada lector tiene que vivir, hacer su historia, contar el cuento de su vida llamando a las cosas por su nombre.

   La magia de las palabras es el encuentro con el otro. El otro que nos lee, como nosotros a él, entre líneas. Por eso Branica encuentra palabras en su novela que no había visto. Palabras que otros lectores incorporaron en ese mismo libro.

   Leemos a partir de una tradición, de una memoria. De las palabras de otros que entran a raudales o de manera discreta pero que unas y otras nos muestran que el mundo es un poco más amplio de lo que imaginamos y más pequeño cuando olvidamos las palabras para nombrarlo.
 
La Jornada, miércoles 20 de febrero de 2013


 
 
 
¿El ministerio petrino en crisis?
Benito Balam

 
La reciente renuncia del papa Benedicto XVI, aunque contemplada en el derecho canónico, no había sido realizada por siglos hasta ahora. Es un hecho inédito simplemente por esto.   Por razones biológicas la edad de los papas no duraba tanto, pero las razones heroicas de cómo se ha concebido el apostolado cristiano en los diferentes ministerios y vocaciones, de mantenerse en ellos hasta entregar la vida, cuyo ejemplo cercano fue el del papa Wojtyla; es lo que ha marcado la historia de la Iglesia Católica.

   Por eso, el hecho de que un papa renuncie, es entrar en la aceptación de que aún al cargo más alto de la Iglesia, se vale renunciar.   Es un permiso moral que antes no se había dado.   Y esto tiene repercusiones más allá de cualquier dogmatismo, en cómo aprender a valorar y a discernir las diferentes etapas de vida en los ministerios y vocaciones.  
 

   El gran cariño y lealtad que los fieles tienen al papa y a la jerarquía eclesial, se ha visto desacreditada  por el pecado estructural de la pedofilia, así como por la corrupción en el banco del Vaticano.   Pero más aún que lo anterior, ha sido el estilo autocrático y patriarcal de los clérigos y la falta de vida comunitaria y solidaria en las parroquias. La iglesia católica ha sido más una iglesia cultual, de largas oraciones y grandes ceremonias; y con una gran ausencia de compromiso pastoral, no sólo asistencial, sino de transformación ecológica y social, basada en una sólida espiritualidad personal y comunitaria.

    El modelo que ha prevalecido tiene como sustento jurídico “el ministerio petrino”, o autoridad papal, sobre el conjunto de los fieles. Este ministerio fue una creación histórica para mantener la unidad de la iglesia, a lo largo de dos milenios.    Sin embargo, al estar en medio de dos grandes crisis civilizatorias, no ha salido ileso: 1) la de la separación de las iglesias ortodoxas, cuando surgen los reinos feudales absolutistas; y 2) la de la reforma protestante, cuando surge la primera expansión comercial y colonización en el mundo.     

   ¿Estaremos entrando a una nueva crisis de época?.    


   Los signos de los tiempos así parecen señalarlo:  nueva gran expansión globalizadora para “regular” el mercado mundial, a través de los sistemas financieros; subordinando el bien común de los Estados por los intereses particulares de las grandes transnacionales; e instrumentando a la privatización como nueva colonización de tierras, territorios y territorialidad, con todo lo que ahí contiene: personas, comunidades, cultura, vida animal y vegetal, materias primas, ramas productivas, comercialización, infraestructura y  servicios.

   El ministerio petrino como construcción histórica necesita evolucionar, pues si no se expone a un nuevo cisma civilizatorio, lo que en lugar de conseguir la unidad que pretende, ahondaría en ella más divisiones.    La iglesia católica necesita abrirse a nuevos modelos de gobierno y de diálogo con otras religiones.    Sosteniendo el primado de Pedro, no como un régimen autocrático, sino como una inspiración para que los cristianos seamos confirmados mutuamente en amor y en fe, y salgamos a encontrarnos con otras iglesias  y culturas, no para hacer un nuevo proselitismo, sino para tratarnos como hermanos y prójimos; y  para salvarnos mutuamente de la extinción a que la globalización neoliberal quiere condenar a la mayor parte de la humanidad.


 
 
 
   Carta del Comandante en Jefe Fidel Castro
al Presidente Hugo Chávez
 
Querido Hugo:
 
Me satisface mucho que hayas podido regresar al pedazo de la tierra americana que tanto amas, y al pueblo hermano que tanto te apoya.

   Fue necesaria una larga y angustiosa espera, tu asombrosa resistencia física y la consagración total de los médicos como lo hicieron durante 10 años, para obtener ese objetivo.

   Es absolutamente justo hacer mención a la insuperable constancia con que tus familiares más allegados, tus compañeros en la dirección revolucionaria, las Fuerzas Armadas Bolivarianas, rearmadas y reequipadas por ti, y las personas honestas del mundo, mostraron sus simpatías.

   Especial mención merece el aliento que el pueblo venezolano te brindó con sus muestras diarias de apoyo entusiasta e irreductible. A eso se debe un regreso feliz a Venezuela.

   Tú aprendiste mucho de la vida, Hugo, en esos duros días de sufrimientos y sacrificios. Ahora que no tendremos el privilegio de recibir noticias tuyas todos los días, volveremos al método de la correspondencia que durante años hemos utilizado.

   Viviremos siempre luchando por la justicia entre los seres humanos sin temor a los años, los meses, los días o las horas, conscientes, humildemente, de que nos tocó vivir en la época más crítica de la historia de nuestra humanidad. Nuestro pueblo, que es también el tuyo, conocerá mañana por esta misma vía tu regreso a Venezuela.

   Todo debió llevarse a cabo con mucha discreción, para no darle oportunidad a los grupos fascistas de planear sus cínicas acciones contra el proceso revolucionario Bolivariano.

   Cuando el campo socialista se derrumbó y la URSS se desintegró, el imperialismo, con el puñal afilado de su bloqueo se proponía ahogar en sangre a la Revolución Cubana; Venezuela, un país relativamente pequeño de la dividida América, fue capaz de impedirlo. En aras del tiempo no menciono los numerosos países de las Antillas, Centro y Suramérica que Venezuela, además de sus grandes planes económicos y sociales, fue capaz de ayudar. Por ello, todas las personas honestas del mundo han seguido de cerca “la salud y las noticias sobre Chávez”.
 
¡Hasta la victoria siempre!
¡Un fuerte abrazo!
Fidel Castro Ruz
8 y 35 p.m. Febrero 17 de 2013



 
 
Continúan en España las grandes manifestaciones
 
Sendas manifestaciones se desarrollan en España, algunas contra los desahucios, otras contra las medidas drásticas de austeridad para la población trabajadora, más no para los sectores oligárquicos, impuestas por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, son el resultado de la severa crisis del capitalismo en Europa y que se ha agudizado en este país ibérico.

   Por otra parte, también se han multiplicado los suicidios, de jóvenes y adultos, como producto de esta depresión económica, política y psicosocial, que afecta a millares de españoles, ante la falta de empleos, y de los satisfactores básicos que el Estado español no está cumpliendo o se niega a cumplirlos.

   De igual forma, algunos sindicatos han recurrido a la huelga y al paro de labores, manifestando públicamente en las calles su protesta, particularmente de las líneas aéreas, ante el despido de 3 mil 800 trabajadores. El gobierno de Rajoy ha respondido con la represión.
 
Comparto este video que me enviaron:
 
http://www.youtube.com/watch_popup?v=kU70bfufMJc&feature=youtu.be

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