La Palabra

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                                              LA PALABRA                                                                                            
No.65, junio de 2014
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.
 

http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch

 
#YoSoy17
 
Jesús Pacheco Martínez
 
Miles de médicos y enfermeras del sector salud, se manifestaron en diferentes Estados y ciudades del país, en solidaridad a 16 galenos del Hospital Pediátrico de Occidente, en Guadalajara, Jalisco, que han sido acusados de negligencia por el fallecimiento de un joven de 15 años, acaecido en 2010.
 
Entre sus demandas principales  expresaron, que se despenalice el servicio médico, se tenga un trato digno tanto para los pacientes como para el personal médico y enfermeras y en defensa de su profesión.  No somos dioses ni delincuentes, somos médicos, fue una consigna que se pronunció en las manifestaciones realizadas en 20 Estados y el Distrito Federal.
 
Destaca la manifestación en Guadalajara, Jalisco, donde 10 mil personas participaron, de igual forma en el Distrito Federal, alrededor de 2 mil médicos y personal de enfermería, lograron llegar al Zócalo, después de forcejeos con la policía capitalina, quienes les impedían el paso en las calles de Cinco de Mayo y Tacuba.
 
   
 
Médicos bloqueados por granaderos antes de ingresar al Zócalo de la ciudad de México. Foto de La jornada en línea.






 
                                                                                                            Dr. Alfredo Rustrian Azamar, líder del movimiento médico de 1964.
La crónica de diferentes diarios del país, dan razón de manifestaciones de trabajadores de la salud, en Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Morelos, Estado de México, Coahuila, Durango, Nayarit, Sinaloa. Jalisco, Aguascalientes, Campeche, Tamaulipas, Colima, Guanajuato, Tlaxcala, Veracruz, Michoacán, Querétaro y Distrito Federal, y donde el número de manifestantes varió de los 300 a los 1 mil 500, exceptuando los de Guadalajara, la Ciudad de México y Toluca. Donde participaron más de 2 mil personas. 
 
Las demandas incluyen un mayor equipamiento y mantenimiento a las instalaciones de clínica y hospitales, abastecimiento de materiales y medicamentos e instrumentos, cuya escasez es crítica en el sector salud.

Estas manifestaciones de médicos y enfermeras del sector salud, no se habían visto desde 1964, con el movimiento que se dio ese año y que fue reprimido  por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

 
10 mil médicos manifestantes en Guadalajara, Jalisco.


Médicos manifestantes en Torreón, Coahuila. Alrededor de 450 trabajadores del Sector Salud: IMSS, ISSSTE, SSA.

"Todos los que nos dedicamos a los servicios de la salud, somos testigos que la defensa de los derechos de los pacientes ha derivado en un nicho de mercado que en ocasiones solo alienta la contratación de seguros, interposición de demandas, además de la judicialización, criminalización y mercantilización de una relación cuya base debiera ser la confianza". Milenio Laguna, 22 de junio de 2014


 
 
Migración, condición humana.
 
Joel Ortega Juárez

“Pero la mundialización es también una globalización de las migraciones; la interdependencia de las crisis políticas y algunos factores de importancia mundial (como la población, el medio ambiente, el desarrollo, la alimentación, la energía, la urbanización y la ausencia de democracia), guardan un profundo vínculo con las migraciones”.
Catherine Wihtol de Wenden
 
Hoy es el día del refugiado, según Naciones Unidas en 2010 había alrededor de 214 millones de migrantes internacionales en todo el mundo, 128 millones viven en países desarrollados y 74 millones, en países en desarrollo. En cierta medida la historia de la humanidad es la historia de las migraciones. No existe en rigor ninguna etnia, cultura o nación “pura” o si se quiere ajena a múltiples variaciones y mestizajes. Cuando han predominado “tesis” de “razas superiores” los desastres humanitarios han sido brutales.
 
Más que atormentarse por esa condición humana: es tiempo de asumir la migración y responder a los múltiples desafíos que nos plantea a escala planetaria, regional y nacional. Uno de esos retos es la corriente migratoria de niños y adolescentes. Según el embajador de Estados Unidos en México Anthony Wayne, entre octubre de 2013 y junio de 2014, se detuvieron a 52 mil migrantes menores no acompañados que intentaron cruzar la frontera sin documentos, 100% más que el año anterior.
 
Según la UNICEF se calcula que 33 millones de los migrantes internacionales tienen menos de 20 años de edad, lo que representa 15% del total de la población migrante internacional. De estos, aproximadamente 11 millones (33%), tienen entre 15 y 19 años; 9 millones (26%), entre 10 y 14 años; 7 millones (22%), entre 5 y 9 años, y 6 millones (18%), entre 0 y 4 años.
Dentro de los flujos migratorios también están los refugiados; producto de conflictos bélicos internacionales o de carácter interno.
 
Las cifras de la ONU son dramáticas: “En cerca de 140 países, de los 192 que la conforman se celebran elecciones para la determinación de sus gobiernos […] Naciones Unidas reconoce que en 100 de esos países existen importantes restricciones a las libertades civiles y políticas, en 70 los niveles de corrupción son manifiestamente elevados y en cerca de 30 padecen conflictos armados  vivos. Como consecuencia, más de 14 millones de personas tienen la condición de refugiados en el mundo actual; y una indefinida cantidad adicional de personas ha migrado de sus países huyendo de la violencia, no solo política, sino también religiosa o de género” (José A. Alonso: 2011).
 
Durante 2012, ACNUR también identificó a más de 3,34 millones de apátridas en 72 países. Se estima que hay alrededor de 21 millones de mexicanos  viviendo y trabajando en los Estados Unidos, en condiciones terribles. Durante el gobierno de Obama ha crecido el número de deportados, llegando a un millón.
 
Los migrantes centroamericanos están expuestos a la violación de sus derechos humanos y exponen su dignidad y su vida al cruzar México, como los 72 asesinados en San Fernando, Tamaulipas, las mujeres y los niños víctimas de la trata de personas. La defensa de los derechos de los migrantes es impostergable, aquí y en el mundo.
 
Milenio, sábado 21 de junio de 2014


 
Menores migrantes y catástrofe social
 
Por considerarlo de interés público, reproducimos el Editorial de La Jornada, publicado el sábado 21 de junio de 2014.
 
La reunión multilateral sobre migración de niños y adolescentes realizada ayer en Guatemala, en la que participaron el vicepresidente de Esta­dos Unidos, Joe Biden; los presidentes de Guatemala y El Salvador, Otto Pérez Molina y Salvador Sánchez Cerén, respectivamente; el jefe de gabinete del gobierno de Honduras, Jorge Hernández Alcerro, y el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, tuvo como telón de fondo la cifras dadas a conocer la víspera por el gobierno de Washington: entre octubre de 2013 y junio de 2014 han sido detenidos más de 52 mil menores migrantes que se internaron solos a ese país, sin la documentación requerida, cifra que represente casi el doble de los que entraron sin acompañante durante el año anterior.

En el contexto del encuentro realizado en el país centroamericano pudieron escucharse posturas y propuestas de solución conservadoras y limitadas al ámbito de la comunicación social, como el planteamiento del representante de nuestro país al gobierno de Estados Unidos para que emprenda una campaña de concientización que advierta sobre los riesgos existentes para los niños migrantes. Mucho más novedosa resultó la propuesta formulada por el representante hondureño en el sentido de eliminar las barreras migratorias existentes y sentar las bases para un libre flujo de personas en la región, lo cual fue rechazado por el vicepresidente estadunidense –cuyo

Centroamericanos indocumentados viajan en La Bestia en busca de llegar a Estados Unidos. Thomas Shannon, ministro consejero del Departamento de Estado, afirmó que la migración de menores no acompañados por familiares adultos es un tema que preocupa a Washington, particularmente por su dimensión humana. En tanto, tras reunirse con Otto Pérez Molina, mandatario de Guatemala, el vicepresidente estadunidense, Joe Biden, reiteró que continuará la repatriación, humanamente y con justicia, de cientos de niños de esa nación centroamericana Foto Diana Manzo. D. Brooks, Corresponsal; C. Pérez S., R. Elvira Vargas, F. Martínez y agencias.

gobierno ha sido particularmente implacable en la persecución y deportación de extranjeros indocumentados– y desestimado por el gobierno de nuestro país, en una clara muestra de sumisión a la política migratoria de la Casa Blanca.

En el contexto del encuentro realizado en el país centroamericano pudieron escucharse posturas y propuestas de solución conservadoras y limitadas al ámbito de la comunicación social, como el planteamiento del representante de nuestro país al gobierno de Estados Unidos para que emprenda una campaña de concientización que advierta sobre los riesgos existentes para los niños migrantes.

Mucho más novedosa resultó la propuesta formulada por el representante hondureño en el sentido de eliminar las barreras migratorias existentes y sentar las bases para un libre flujo de personas en la región, lo cual fue rechazado por el vicepresidente estadunidense –cuyo gobierno ha sido particularmente implacable en la persecución y deportación de extranjeros indocumentados– y desestimado por el gobierno de nuestro país, en una clara muestra de sumisión a la política migratoria de la Casa Blanca.
 
Son de sobra conocidas las condiciones de abuso y atropello que padecen millones de migrantes indocumentados –muchos de ellos connacionales– en Estados Unidos a consecuencia de la política de persecución y criminalización que aplica el gobierno de Washington.

Por añadidura, en años recientes han salido a la luz pública diversos datos que documentan la comisión, en México, de atropellos iguales, o peores, contra ciudadanos de otros países; denuncias de maltrato, secuestro, extorsión y hasta asesinato de migrantes irregulares, cometidos tanto por autoridades migratorias como por grupos delictivos.

Ahora, los datos proporcionados por el gobierno estadunidense arrojan los reflectores a la trágica situación que enfrentan los migrantes infantiles y juveniles, y dan elementos para ponderar la magnitud de ese fenómeno.

Ciertamente la migración es un fenómeno connatural a las sociedades humanas y tan antiguo como la especie; pero en el momento actual se ve alimentado por la pobreza, la falta de empleo y la ausencia de horizontes de movilidad social en países como el nuestro –consecuencias, a su vez, del modelo económico neoliberal aún vigente–; la sostenida desintegración y la ruptura de los tejidos sociales; la inseguridad pública y la negación sistemática de derechos sociales: tales elementos han orillado a un número creciente de niños y adolescentes a incorporarse al campo laboral y a desempeñar actividades que suponen un riesgo para su integridad y han configurado un escenario propicio para éxodos humanos como el que año con año emprenden decenas de miles de niños con la intención de llegar a territorio estadunidense.

En tal circunstancia, no basta con condenar el maltrato, la crueldad y el racismo de Estados Unidos hacia los migrantes irregulares; antes bien, resulta obligado voltear los ojos a la realidad interna de países como el nuestro y reconocer que en ellos priva un escenario de catástrofe social que arroja decenas o cientos de miles de desplazados, entre los que se encuentran una buena cantidad de niños y niñas.

En lo inmediato, y como una forma significativa de reducir el peligro que corren miles de niños y adolescentes en su tránsito a Estados Unidos, sería pertinente que los gobiernos de la región, empezando por el de México, consideren propuestas como la formulada ayer por el régimen hondureño de otorgar el libre paso a los flujos de personas.

A fin de cuentas, por lo que hace a nuestro país, la ausencia de documentos migratorios no constituye un delito grave en las leyes vigentes y no debiera ser, en consecuencia, criminalizada.



 
4. II. 14
     A
Juan Gelman
y José Emilio Pacheco
 
Sol intenso del trópico
a mitad del crudo invierno neoyorquino
Igual a esta mujer
trepada con ingenio en la comodidad
del asiento ejecutivo
 
Un invierno crudo
vive en sus pies
Asoma en sus zapatos
 
Capilares como divisiones
de algún reino
ideado por la democracia
 
Sol intenso
Rebozan sus pechos en el trópico
se entrega al despertar tan repetido
pero hoy provoca paz
       sosiego entre naciones
       El Mundo del instante
donde nadie muere. Incluso los poetas
 
Javier Acosta Romero
 Fuera de foco
-poemario-


 
 
 
LOS ESCARABAJOS

Los escarabajos se tragaron la luz,
un día de aburrimiento, de sol, de sal.



La penumbra te sorprendió con la cara
pegada al piso de la piel de letras.



Nada quieres ya leer en lo ajeno;
haces bolitas con el saber y las arrojas
en los arroyos del pensamiento
donde persigues mariposas psicodélicas.



Alas te faltan, lo sabes bien.
Bajas de la montaña en un gemido,
Integras tu imagen al caserío.
 
Todo está oscuro, lleno de voces
Clavadas en los cuerpos crucificados.
 
El ómnibus del llanto recorre las calles
De gatos abandonados, sin caricias ni lamidos.
 
No hay esencia, sólo cuerpos indignos,
No hay valor en la promesa que rompe la noche.
 
No hay bondad en la inocencia pecadora.
 
Se acabó tu mundo. Terminaron las batallas.
 
¡Vayamos con los escarabajos!
En busca de la luz…siempre de la luz.
 
 
Salomón Atiyhe Estrada

Escritor, Promotor Cultural, Actor, Maestro de Oratoria. Torreón, Coahuila

 
 
Algo sobre la sorpresa de ser padre
 
Noé Agudo (15 de junio de 2014)

Recibo el abrazo de mi hijo, un joven de 21 años de negra barba y algunos centímetros más alto que yo. Ayer por la mañana contemplaba una de sus fotos que más me gustan de cuando era pequeñín: su pelo lacio, sus suaves manitas sosteniendo un teléfono y su pantalón Gap que combina con una playera blanca, es la viva imagen de la curiosidad e inquietud por descubrirlo todo. ¿Cómo pudo atravesar la infancia y adolescencia tan rápido? Siempre lo recuerdo en esa edad y descubro una gran verdad de quien observó que el ser humano elige una etapa de su vida para quedarse a vivir allí el resto de sus días. Trato de hablar con mi padre por teléfono y es imposible superar su sordera y la familiaridad que se requiere para captar los sonidos con ese artilugio, apreciar el tono de la voz y hacer las pausas necesarias para sostener un breve diálogo. Él se cansa y prefiere que hablemos a través de una tercera persona. Está por cumplir 97 años y sus sentidos han disminuido fatalmente. Sin embargo siempre lo recordaré a sus 35 o 40. Era un hombre enérgico, nada complaciente, pero le gustaba que lo acompañara en sus viajes. Aunque yo prefería quedarme en casa con mi madre y mis hermanas, una vez que salíamos, sin decir palabra, establecíamos un pacto que al final yo disfrutaba mucho. Iba conversando conmigo mismo, montado seguramente en un caballo, y el avanzaba silencioso detrás. Así viajábamos días enteros. Ambos nos sumergíamos en nuestros pensamientos: yo en las fantasías que me provocaban los diversos paisajes por los que atravesábamos, y él en los planes y proyectos que iba fraguando en su mente. Íbamos a la costa, a las ciudades del Valle, a otras poblaciones y muchas veces tuvimos que hacerlo protegidos por la silenciosa oscuridad de la noche. Cada viaje era una aventura. Recuerdo una vez cuando los animales con que viajábamos rodaron al abismo; a mí me impactó tanto ese hecho que cuando llegamos a casa de inmediato se lo conté a mi madre. Entonces él me regañó porque no podía contenerme, dijo, y a mí me disgustó mucho. ¿Cómo podía callar si mi caballo que más quería había muerto? Otra vez le pedí que me bajara de mi montura porque quería ir al baño. Él así lo hizo, yo me rezagué un poco mientras él me esperaba unos metros adelante. ¿Ya, tan pronto?, preguntó al verme llegar. Hiciste como los pajaritos, me dijo sonriente. Nunca he olvidado esas palabras que expresaban toda la ternura que un padre puede sentir por su hijo. Recuerdo estas y otras muchas historias más que debo guardar, por íntimo decoro, en este día en el que me veo en medio de un joven garrido e impetuoso y un anciano para quien la luz del mundo se va angostando hasta hacerse oscuridad. 

Horas Ahorcadas

 
Más voces contra la privatización del agua
 
Jesús Pacheco Martínez
 
Un conjunto de organizaciones sociales del Distrito Federal, se han sumado a la protesta en contra del proyecto del gobierno de la Ciudad de México, para privatizar el agua y han presentado un documento a la Asamblea Legislativa, donde señalan que la iniciativa de ley de agua y sustentabilidad hídrica, que el jefe de gobierno presentó a la ALDF, carece de legitimidad y es antidemocrática, en virtud de que ha sido formulada sin la más mínima consulta a los ciudadanos, familias y comunidades de la ciudad. “Los firmantes –entre ellos Agua para Todos, Agua para la Vida, Movimiento Popular de Pueblos y Colonias del Sur, Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), Congreso Popular y Ciudadano del DF, Frente Único de Pueblos Originarios, Asociación Civil Atzin, Red del Anáhuac por los Bienes Comunes y Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua– exigieron que se dé a conocer la propuesta que les envió el mandatario capitalino y se consulte a los distintos sectores de la sociedad”, según cita el diario La Jornada, en su edición del lunes 16 de junio de 2014.

La política del actual gobierno del Distrito Federal, no difiere mucho de las políticas neoliberales que se han implantado en el país y como hemos visto en el momento actual, se han profundizado, por lo que se debiera hacer caso al menos en la Ciudad de México, por parte de un gobierno supuestamente de izquierda, de atender los reclamos de ciudadanos y organizaciones sociales, de rectificar las intenciones privatizadoras de los servicios públicos y de todo aquello que representa un bien común como lo es el agua.

El agua no es una mercancía, pero la hemos reducido a eso. Como un bien de la naturaleza, todos tenemos el derecho de disfrutarla. ¿Qué hay que invertir recursos para desarrollar en condiciones óptimas a la empresa pública y preservarla como un organismo del Estado? Eso es necesario y es obligación del gobierno hacer la inversión correspondiente y de los ciudadanos, comunidades y empresas privadas, pagar lo que corresponda a cada quién por el servicio y consumo del agua, así como el hacer su consumo más racionalizado.


 
Cuestionan supuesta campaña feminista
 
La Jornada, El Correo Ilustrado, jueves 19 de junio de 2014.

Las firmantes, feministas y defensoras de los derechos humanos, frente a los recientes sucesos en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), manifestamos lo siguiente:
Enarbolando la bandera de feministas y con base en una acusación de acoso sexual no suficientemente documentada, un amplio grupo de personas ha desatado una campaña de hostigamiento hacia los integrantes del posgrado de Derechos Humanos, todos de probada respetabilidad y capacidad para el desempeño de tan importante labor.
El feminismo es el resultado de siglos de lucha de las mujeres en contra de su opresión. No es la guerra contra los hombres, sino contra un sistema clasista y patriarcal que nos oprime y explota como género y como clase.

Usar esta bandera en nada beneficia al movimiento feminista, se trata de ganar y no de restar apoyo a la lucha, a la cual miles de mujeres hemos dedicado gran parte de nuestras vidas.
Creemos que la labor del posgrado de Derechos Humanos de la UACM juega un papel muy importante en el contexto de inseguridad y violencia que vive nuestro país.

Nos adherimos a la carta enviada a Perla Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, y publicada por Gabriela Rodríguez, (La Jornada 13/6/14).

Antonia Candela, María Guerra y María Eugenia Tamés


 
Carta a Perla Gómez Gallardo
Gabriela Rodríguez
 
Después de analizar la resolución del caso de acusación y expulsión al profesor José Enrique González Ruiz de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, un grupo de feministas decidimos dirigir una carta a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Tratándose de promover un juicio correcto a quien es acusado de acoso sexual por una mujer, debo compartir a mis lectores que hemos recibido múltiples cuestionamientos por parte de compañeras del movimiento. Sin embargo, importa aclarar que algunas de quienes dedicamos nuestras mejores energías a promover el respeto a los derechos de las mujeres, experimentamos el mismo coraje ante actos de injusticia contra los hombres. Porque más allá de saber que la condición de mujer determina ser víctima de discriminación y violencia por razones culturales y políticas –toda vez que la construcción cultural del sexo y del género se establece en torno al prestigio que hacen los actores masculinos socialmente dominantes–, este conocimiento no impide que de facto, algunas mujeres pudieran eventualmente utilizar perniciosamente el marco de protección del derecho a la igualdad, a la integridad personal y de lucha contra la violencia de género, un marco que ha costado años de construcción y movilización feminista. Aquí el texto de la carta entregada el día de ayer.

Estimada doctora Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal:

Las y los abajo firmantes, como defensoras/es de derechos humanos, en especial de las mujeres, queremos expresarle nuestra indignación por la falta al debido proceso a la cual ha sido sometido el profesor José Enrique González Ruiz, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Es muy indignante que sin pruebas se haya enjuiciado y expulsado al doctor González Ruiz, tal como queda asentado en la resolución del caso de acusación de hostigamiento sexual presentada por Clemencia Correa y Carmen Rodríguez. En el oficio UACM/OAG/314/2014 suscrito por el licenciado Federico Anaya Gallardo, encargado del despacho de la oficina del abogado general de la UACM, en la página 34, numeral quinto, a la letra dice que ninguna de las dos acusadoras puede acreditar, mediante pruebas gráficas ni documentales y tampoco con testimonio, los varios incidentes en los que argumentan haber sido hostigadas sexualmente por el profesor González Ruiz.

En la descripción de los hechos hay inconsistencias y secuencias inverosímiles. Se recurre, además, a argumentos falaces y ridículos al hacer la presunción de discriminación de género. Tal como se asienta en la página 35, numeral 5.1, el abogado hace alusión al “ambiente adverso al ejercicio de los derechos de las mujeres en el espacio académico en el cual habrían ocurrido los hechos denunciados (… toda vez que…) en el posgrado no hay ambiente de paridad, por lo tanto hay discriminación indirecta en contra de las mujeres”. En la página 36 se agrega que “debe concluirse que el ambiente de inequidad prevaleciente en el posgrado (…) constituye un contexto en el cual las imputaciones de las presuntas víctimas son creíbles” (se asienta eso como parte de una corroboración periférica).

Considerando de manera estricta la perspectiva de género, la falta de paridad por sexo en un equipo académico no acredita de manera automática la presencia de discriminación de género. Es necesario argumentar con base en nociones políticas y normativas, así como del orden simbólico y subjetivo, la presencia de actos de discriminación de género. La falta de paridad tampoco puede ser única fuente de credibilidad ni da razón de verdad al discurso de una mujer o de las mujeres.

Por las razones expuestas, contamos con que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal a su digno cargo coadyuvará para recomendar en este caso un juicio correcto, respeto al derecho al debido proceso y reincorporación al empleo del profesor González Ruiz, en caso de que proceda. Es importante recomendar también que cese la persecución y hostilidad hacia los integrantes del posgrado en promoción y defensa de los derechos humanos de la UACM.

La carta la firman, además de quien suscribe estas líneas, líderes de la estatura de Rosario Ibarra de Piedra, María Consuelo Mejía, Mary Carmen de Lara, Jesusa Rodríguez, Ana Esther Ceceña, Marylena Bustamante, así como destacadas/os académicas/os y defensoras/es de derechos humanos.

La Jornada, Sección Opinión, viernes 13 de junio de 2014.


 
Un niño intenta tocar la arena de la playa separada por la valla que divide México y EEUU en California. REUTERS.

"Voy a regalarme". La frase del niño hondureño de nueve años sigue retumbando en la cabeza del padre Heyman Vázquez, director de la casa del migrante en Huixtla, en Chiapas. "¿Regalarse?¿Como un objeto?¿Al mejor postor?", se pregunta el sacerdote que intentó convencerle para que no siguiera porque lo podían robar, secuestrar, incluso matar, mientras cruzaba México. "No me hizo caso", lamenta. "Dicen que allá [EEUU] cuidan a los niños", fue el contundente argumento que le dio el pequeño.

El Mundo, Edición América, 22 de junio de 2014.




 
Polvorera
 
Marlene Martínez Hernández

En la obra de Polvorera de Salomón Atiyhe, el autor logra mostrar una semblanza de manera muy peculiar e interesante, el cómo la vida cotidiana de una ciudad del norte del país, Torreón, Coahuila, fue modificada por un hecho fuerte e imponente: el narcotráfico.

Atiyhe encuentra con la ayuda de la ficción, el realismo mágico, la narración y la imaginación, mixturados con la vida real, la posibilidad de entender las consecuencias de este fenómeno del narcotráfico y la guerra desatada en el país, en el supuesto combate al mismo, de las costumbres y actitudes de los habitantes de esta ciudad, aunque los hechos se desarrollan en una zona particular: la Polvorera.

Es una obra que genera en el sentir del lector, que se encuentra al lado de los protagonistas, logrando producir, tristeza, alegría y asombro entre otras expresiones, en cada línea de la lectura que se está siguiendo. En mi opinión, Salomón Atiyhe atrapa al lector desde el principio hasta el final de la lectura, teniendo la cualidad esta obra, el dar a conocer en forma dinámica, una porción de la historia de la ciudad de Torreón y claro está, la crítica implacable al gobierno de Calmanerón por su desatino contra el narcotráfico. Una obra recomendable para entender el fenómeno y drama social que vive nuestro país.

 

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