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LA PALABRA
No.15, Marzo de 2013
Publicación periódica de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profa. Irma Clemencia Lara Martínez. Correo: pamaranto_j@yahoo.com.mx www.lapalabrareflexion.mex.tl http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch Hugo Chávez y las utopías campesindias
María del Sol Atencio y Gabriel Hernández García / ENAH
La Jornada en Internet, Publicado: 16/03/2013 13:51
Uno de los grandes proyectos históricos del gobierno de Hugo Chávez fue la erradicación del latifundio agrario, con un plan basado en la profundización y ampliación de las condiciones para garantizar la seguridad y soberanía alimentarias. A partir de la promulgación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en 2001, se ha buscado asegurar el acceso de los alimentos a la población por medio de la regulación, el seguimiento y la evaluación de políticas en materia de comercio, industria, mercadeo y distribución de alimentos.
Esta política agraria ha tenido, entre la población venezolana, una aceptación de casi 80 por ciento a lo largo de 14 años de gobierno, pero a la vez provocó la movilización de las fuerzas opositoras provenientes, por supuesto, de la oligarquía y la derecha política que vieron afectados sus privilegios sobre miles de hectáreas de tierras en condiciones improductivas. La política de repartición paulatina de tierra a los campesinos y a los afrodescendientes, y sobre todo la restitución de los territorios ancestrales arrebatados en tantos años de colonialismo e imperialismo a los pueblos indígenas, fue uno de los motivos que llevó a la oposición a llevar a cabo un golpe de Estado en abril del 2002. En los años del gobierno chavista, se recuperaron más de seis millones de hectáreas de tierras en manos del llamado latifundio improductivo, las cuales fueron convertidas en unidades de producción social, principalmente cooperativas rurales. La meta del gobierno chavista a mediano y largo plazos era reconstruir la capacidad productiva del campesinado venezolano, para así avanzar hacia el autoabastecimiento nacional y la ruptura de la dependencia alimentaria a las grandes corporaciones trasnacionales. Y más allá de ello, inspirado en los ideales bolivarianos, generar excedentes para apoyar solidariamente a otros países latinoamericanos que no hubieran desarrollado su capacidad de autoabasto. Como la historia nos lo ha mostrado, todo proceso revolucionario es perfectible y lo que ocurre en Venezuela no es la excepción. A pesar de que en amplios sectores de la izquierda venezolana se asumía que las transformaciones agrarias impulsadas por Chávez significaban un profundo avance en el programa de la justicia social, era para todos sabido que en el seno de la revolución bolivariana se expresaba una profunda contradicción y que dichas transformaciones no podrían ser materializadas al interior de los límites del capitalismo. La revolución popular y el chavismo navegaron en el arte político de administrar esta contradicción estructural; al respecto, señaló Alan Woods: “La distribución de la tierra es una vieja aspiración de los pobres en el campo venezolano. Los campesinos desean trabajar la tierra y mejorar su nivel de vida. Pero esta aspiración justificada se enfrenta a la feroz resistencia de los grandes terratenientes, que, junto con los banqueros y los grandes capitalistas, constituyen la piedra angular de la oligarquía venezolana. En Venezuela no es posible ningún avance real hasta que se haya roto el poder de esta oligarquía. Esa es la importancia real de la revolución agraria”. (La revolución agraria en Venezuela, 2005). Para ciertos sectores de la izquierda, estos avances eran considerados como modestos y reformistas, mientras que simultáneamente, la derecha acusaba al Estado de adoptar medidas comunistas e invadir el sacrosanto e inherente derecho a la propiedad privada. El chavismo regularmente avanzó en medio de estos dos fuegos, pero siempre de la mano de un pueblo que supo cómo organizarse, aprovechando el carisma de un dirigente nacional cercano a las causas populares. Apenas en 2010, con el objetivo de fortalecer la producción del campesinado, el gobierno de Hugo Chávez creó la Gran Misión AgroVenezuela, cuyo objetivo ha sido fortalecer la producción nacional y la actividad agraria en el país, por medio del apoyo técnico, financiero y logístico destinado a los sujetos rurales. Pero más que “un programa social”, se trata de un proceso que incluye a quienes históricamente fueron excluidos y que da voz a los que siempre fueron callados. Según la postura oficial: “Esta misión surge en el contexto de los efectos del cambio climático y del desarrollo de las fuerzas productivas en Venezuela; con ella se busca otorgar a los productores agrarios los medios y la tecnología necesaria para terminar con la dependencia a las trasnacionales y los grandes capitales, logrando un cambio del modelo de producción capitalista en el campo por un modelo de producción social y con conciencia ambiental”. Por otro lado, en lo que respecta a los derechos históricamente negados de los pueblos indígenas venezolanos, es digno de mencionarse que en 1999 se reconoció por primera vez en la historia de Venezuela su carácter multiétnico y pluricultural, incluyéndose en la Constitución Bolivariana de ese año un capítulo dedicado a los derechos de estos pueblos. En 2001 entró en vigor la Ley Orgánica de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas y en 2005 la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, que ampliaron el marco de los derechos humanos a los pueblos originarios, según lo reconoció el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA). Pero la gran resistencia de los latifundistas del país al proceso revolucionario se ha expresado en feroces e incesantes ataques a los pueblos indígenas organizados. Un ejemplo de esta situación es el caso del líder de la resistencia del pueblo yukpa, Sabino Romero, quien luego de arduas luchas por los territorios ancestrales de su pueblo, fue asesinado el pasado 3 de marzo por los grandes terratenientes del estado de Zulia, quienes detentan el poder económico y político de la región. Este hecho, que no es aislado, significa un gran reto para el gobierno venidero y que amerita la seria atención del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, las autoridades judiciales y el gobierno nacional. En el futuro escenario de un gobierno chavista ya sin Chávez, corresponde a quienes conducen el proceso revolucionario y sobre todo a los amplios sectores populares que se han convertido en sujetos de su propia historia, profundizar el proceso de transformación y depurar las contradicciones que podrían poner en riesgo las conquistas innegables que ha logrado el socialismo bolivariano. La moneda está en el aire: la producción y reproducción de la vida o la imposición de la muerte que deja a su paso el mundo capitalista. Carta de Fidel Castro Ruz
Perdimos nuestro mejor amigo
El 5 de marzo, en horas de la tarde, falleció el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia. Una llamada por vía satelital comunicó la amarga noticia. El significado de la frase empleada era inconfundible. Aunque conocíamos el estado crítico de su salud, la noticia nos golpeó con fuerza. Recordaba las veces que bromeó conmigo diciendo que cuando ambos concluyéramos nuestra tarea revolucionaria, me invitaría a pasear por el río Arauca en territorio venezolano, que le hacía recordar el descanso que nunca tuvo. Nos cabe el honor de haber compartido con el líder bolivariano los mismos ideales de justicia social y de apoyo a los explotados. Los pobres son los pobres en cualquier parte del mundo. “Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.”, proclamó el Héroe Nacional y Apóstol de nuestra independencia, José Martí, un viajero que sin limpiarse el polvo del camino, preguntó dónde estaba la estatua de Bolívar. Martí conoció el monstruo porque vivió en sus entrañas. ¿Es posible ignorar las profundas palabras que vertió en carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado víspera de su caída en combate?: “…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas”. Habían transcurrido entonces 66 años desde que el Libertador Simón Bolívar escribió: “…los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad”. El 23 de enero de 1959, 22 días después del triunfo revolucionario en Cuba, visité Venezuela para agradecer a su pueblo, y al gobierno que asumió el poder tras la dictadura de Pérez Jiménez, el envío de 150 fusiles a fines de 1958. Dije entonces: “…Venezuela es la patria de El Libertador, donde se concibió la idea de la unión de los pueblos de América. Luego, Venezuela debe ser el país líder de la unión de los pueblos de América; los cubanos respaldamos a nuestros hermanos de Venezuela. “He hablado de estas ideas no porque me mueva ninguna ambición de tipo personal, ni siquiera ambición de gloria, porque, al fin y al cabo, la ambición de gloria no deja de ser una vanidad, y como dijo Martí: ‘Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.” “Así que, por tanto, al venir a hablarle así al pueblo de Venezuela, lo hago pensando honradamente y hondamente, que si queremos salvar a la América, si queremos salvar la libertad de cada una de nuestras sociedades, que, al fin y al cabo, son parte de una gran sociedad, que es la sociedad de Latinoamérica; si es que queremos salvar la revolución de Cuba, la revolución de Venezuela y la revolución de todos los países de nuestro continente, tenemos que acercarnos y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos.” ¡Eso dije aquel día y hoy, 54 años después, lo ratifico! Debo sólo incluir en aquella lista a los demás pueblos del mundo que durante más de medio siglo han sido víctimas de la explotación y el saqueo. Esa fue la lucha de Hugo Chávez. Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era. Hasta la victoria siempre, inolvidable amigo! Fidel Castro Ruz Marzo 11 de 2013 12 y 35 a.m. Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba web: mmsc.org.mx correo: solidaridad.cuba@gmail.com facebook: facebook.com/mmsc1996/ síguenos en twitter: @_mmsc Stéphane Hessel, filósofo de La Resistencia
El 27 de febrero de 2013, muere el filósofo Stéphane Hessel, responsable intelectual del movimiento de “Los Indignados” en Europa y particularmente en España. Es una pérdida lamentable para el mundo, pues a sus 95 años de edad, mantenía sus facultades mentales lúcidas y activamente creativas, para darle continuidad a su praxis de la resistencia hacia un mundo capitalista irracional e inhumano y por un mundo donde la democracia, la equidad y la justicia, sean modos de la vida del hombre. “Hessel es el autor del popular manifiesto “¡Indignaos!”. En sólo 32 páginas llamó a la población a la resistencia ante la crisis económica que afecta al Viejo Continente. Sin mucha publicidad y una pequeña cantidad de ejemplares, la obra se convirtió pronto en todo un éxito. Por esto, el escritor es considerado como el padre del movimiento de los indignados en Europa y Estados Unidos, los mismos que ocuparon plazas y han llenado las calles en los últimos años. Su obra fue traducida a una treintena de idiomas y se han vendido unos cuatro millones de ejemplares en un centenar de países, convirtiendo a su autor en un referente de la izquierda por sus críticas a las políticas llevadas a cabo en occidente. Hessel nació en Alemania en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, y emigró a Francia con su familia en 1924. Durante la Segunda Guerra Mundial formó parte de la Resistencia y, por sus orígenes judíos, fue buscado y deportado a los campamentos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau…Tras sobrevivir a las torturas, comenzó una carrera como diplomático…”, así lo describe la redacción de Noticias Montreal, el 27 de febrero de 2013. “Hessel denuncia en su texto el desnivel creciente entre los muy ricos y los muy pobres, el estado del planeta, la manera en que se trata a los indocumentados, a los inmigrantes, a los gitanos… la dictadura de los mercados financieros, y lamenta que se hallan saldado los derechos adquiridos desde la resistencia francesa (jubilaciones, seguridad social)…Con sus escritos, Hessel recordó el significado de la palabra indignación, “que no es un sinónimo de ira ni enojo, sino una reacción que tiene que ver con una dignidad vulnerada”. se señala en La Jornada, el 28 de febrero de 2013. Al lado de su escrito filosófico – político, Stéphane Hessel da a conocer sus reflexiones en una entrevista concedida a Gilles Vanderpooten, poniéndole como título un nuevo grito lanzado al mundo: Comprometeos. "Comprometerse significa abrirse al mundo que nos rodea. Supone decir, en contra del determinismo histórico, que hay algo para inventar. Es lo contrario del derrotismo y la resignación". La vida de Hessel estuvo vinculada desde muy joven a los movimientos de resistencia y a la lucha por una república democrática, así como a los valores y derechos humanos, tanto teórica como de manera práctica, pues el fue uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que aprobó la ONU en 1948. “En situaciones como la presente, no debe existir espacio para la resignación o la apatía.” Es nefasto elegir a los profesores mediante un examen
Prof. Reijo Laukkanen
Susana Pérez de Pablos, Madrid14 MAR 2013, Periódico El País, España.
Profesor universitario de Política Educativa Internacional, Reijo Laukkanen, defiende a ultranza la confianza en los profesores y “no concibe” pruebas para seleccionarlos. En Finlandia, el país que logra mejores resultados educativos en las evaluaciones internacionales, se les elige mediante entrevistas. Laukkanen, que está en España para impartir una conferencia en la Universidad Europea de Madrid, ha sido miembro del Consejo Nacional de Educación finlandés y de la delegación permanente de este país en la OCDE. Pregunta. En su país no se evalúa a los docentes, ¿por qué? Respuesta. No es necesario. Los evalúan los propios padres de los alumnos. Si hay algún problema con el nivel educativo o los conocimientos de los alumnos son éstos los que intervienen, algo que no suele pasar. P. Pero no todos los padres tienen el nivel de conocimientos o la preparación como para asumir esa responsabilidad. R. En efecto, pero sí tienen la capacidad de analizar cómo progresan sus hijos. Además, confían en los profesores, en que saben enseñar bien a los niños y en que intervendrán si hay algún problema. P. La confianza que la sociedad tiene en el profesorado finlandés parece una de las claves. ¿Cómo se ha conseguido? R. Hay una gran demanda entre los estudiantes para ser profesor, para formar parte del profesorado, los alumnos con las mejores calificaciones quieren ser docentes. Además, la formación es excelente, realizan estudios durante cinco años y desde hace muchos todos tienen que tener un máster. P. ¿Es la formación del profesorado entonces la clave del reconocimiento social histórico que hay en su país? R. Es una de de ellas, sí. Se hizo una encuesta recientemente entre el profesorado y como razones principales de su satisfacción los docentes señalaron el sentimiento de hacer un trabajo que tiene un sentido social, una finalidad importante y la libertad con la que pueden ejercer su trabajo. P. ¿Cómo seleccionan ustedes al profesorado de los centros públicos? R. En Finlandia, se tiene en gran consideración al hecho de tener titulaciones universitarias y másteres. Por eso, no consideramos que haga falta hacer exámenes a los candidatos a una plaza de profesor. Cuando una escuela de un municipio necesita profesores se pone un anuncio en el periódico, se presentan candidatos de todo el país a los que se selecciona a través de entrevistas. P. ¿Qué pasaría si hicieran pruebas como las que se hacen en España para medir la capacidad de los candidatos? R. Sería impensable. Se confía ya en su capacidad. Lo que pasaría es que los profesores perderían la confianza del Gobierno y la sociedad en los profesores. Eso sería nefasto para el país, pero es impensable. P. ¿Cree que este tipo de pruebas en sí ponen en cuestión a los profesionales? R. Sí, de alguna manera puede pasar. Pero, repito, que allí serían impensables. El daño social de su imagen sería enorme. P. Con un sistema tan libre, en el que no evalúan al profesorado ni a las escuelas… sus resultados en Pisa dicen que sus alumnos son los mejores. R. Porque lo que mide Pisa es si los alumnos saben, pero, sobre todo, si saben trasladar sus conocimientos a la realidad. Nuestra educación está enfocada en ese sentido, como la de muchos países avanzados. La educación que, por un lado, enseña conocimientos y, por otro, no los relaciona con la realidad, está obsoleta. Es además un aspecto clave en la civilización del conocimiento en la que vivimos. MORENA y la Expropiación Petrolera
El lunes 18 de marzo de 2013, en el Hemiciclo a Juárez, MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) realizó un acto en conmemoración de la Expropiación Petrolera de l938, durante el Gobierno del General Lázaro Cárdenas. En dicho acto, el orador principal Martí Batres, hizo una crítica radical al gobierno de Peña Nieto y sus intenciones de privatizar el petróleo, bajo la envoltura maquillada de la modernización. Batres convocó a los ciudadanos y organizaciones sociales y políticas a organizarse y oponerse a que este recurso de la nación se coloque en bandeja de plata a las empresas nacionales o extranjeras, en virtud de que el petróleo es del pueblo mexicano y de nadie en lo particular. (Ver fragmentos del discurso de Batres en el link de videos de La Palabra). |
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