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LA PALABRA
No.44, enero de 2014
Publicación periódica de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.
Correo: pamaranto_j@yahoo.com.mx
www.lapalabrareflexion.mex.tl
http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch
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Renovación de la planta académica o violación
a los derechos de académicos universitarios
a los derechos de académicos universitarios
Prof. Jesús Pacheco Martínez
Nadie en su sano juicio, estará en contra de la renovación de la planta académica en la UNAM, ya que esta, se va dando de manera natural en la medida en que hay y seguirá habiendo, académicos que se jubilen, renuncien o fallezcan y por lo tanto, esas vacantes son y serán ocupadas por otros académicos en funciones o de nuevo ingreso.
Lo que no es justo, ni apegado a derecho, es que se quiera aplicar un programa de renovación de la planta académica, estableciendo candados para que sólo un determinado núcleo de profesores y profesoras en servicio, puedan concursar en las plazas vacantes que hay o que haya en el futuro, con el objetivo de generar una planta de gente joven e ir desplazando a académicos de mayor edad como aspirantes a las plazas de carrera.
“El pasado 12 de noviembre, 1 día después de su publicación en la Gaceta UNAM –órgano oficial de difusión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, entró en vigor el Programa de Renovación de la Planta Académica de la UNAM y el Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera a la UNAM.
Los documentos, signados por Eduardo Bárzana García, secretario general de esta casa de estudios, busca que jóvenes graduados sean quienes cubran las vacantes generadas por el Subprograma de Retiro Voluntario por Jubilación y por la Reasignación de Plazas de Profesor o de Investigador Emérito. Esto, con la finalidad formal de que la UNAM cuente con “una planta académica equilibrada en términos de experiencia y juventud”.
Por ello, el escrito de apenas tres cuartillas establece como uno de los requisitos que los candidatos a ocupar dichas vacantes sean menores de 39 años de edad para el caso de las mujeres, y de 37 para el de los hombres”.
Contralínea, 24de diciembre, 2013.
Los llamados subprogramas elaborados por la DGAPA, fueron publicados en la Gaceta UNAM número 4559 del día 11 de noviembre de 2013. Dichas convocatorias, han sido rechazadas por académicos de diferentes planteles de nuestra Casa de Estudios, tanto del bachillerato, como de escuelas y facultades, por considerar que se violan derechos de profesores y profesoras, que están establecidos en las legislaciones del país y de la propia universidad nacional, al aplicar sobre todo requisitos discriminatorios por la edad y el género.
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Maestros dieron a conocer un documento dirigido al rector José Narro, en el que señalaron que el subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera es ilegal y discriminatorio Foto: Cristina Rodríguez. La Jornada, viernes 24 de enero de 2014.Lo que no es justo, ni apegado a derecho, es que se quiera aplicar un programa de renovación de la planta académica, estableciendo candados para que sólo un determinado núcleo de profesores y profesoras en servicio, puedan concursar en las plazas vacantes que hay o que haya en el futuro, con el objetivo de generar una planta de gente joven e ir desplazando a académicos de mayor edad como aspirantes a las plazas de carrera.
“El pasado 12 de noviembre, 1 día después de su publicación en la Gaceta UNAM –órgano oficial de difusión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, entró en vigor el Programa de Renovación de la Planta Académica de la UNAM y el Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera a la UNAM.
Los documentos, signados por Eduardo Bárzana García, secretario general de esta casa de estudios, busca que jóvenes graduados sean quienes cubran las vacantes generadas por el Subprograma de Retiro Voluntario por Jubilación y por la Reasignación de Plazas de Profesor o de Investigador Emérito. Esto, con la finalidad formal de que la UNAM cuente con “una planta académica equilibrada en términos de experiencia y juventud”.
Por ello, el escrito de apenas tres cuartillas establece como uno de los requisitos que los candidatos a ocupar dichas vacantes sean menores de 39 años de edad para el caso de las mujeres, y de 37 para el de los hombres”.
Contralínea, 24de diciembre, 2013.
Los llamados subprogramas elaborados por la DGAPA, fueron publicados en la Gaceta UNAM número 4559 del día 11 de noviembre de 2013. Dichas convocatorias, han sido rechazadas por académicos de diferentes planteles de nuestra Casa de Estudios, tanto del bachillerato, como de escuelas y facultades, por considerar que se violan derechos de profesores y profesoras, que están establecidos en las legislaciones del país y de la propia universidad nacional, al aplicar sobre todo requisitos discriminatorios por la edad y el género.
Lo inaudito es, que ante las protestas que desde noviembre de 2013, se han venido manifestando, el titular de la DGAPA (Dirección General de Asuntos del Personal Académico), Dante Morán, se comporte como cualquier funcionario del gobierno federal, al afirmar que el Programa de Renovación de la Planta Académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se quedará como está, que se atenderán las peticiones de los quejosos, pero el programa no será suprimido.
Y lo que más molesta del funcionario es su ligereza para el engaño y la simulación, al afirmar “que el programa es una vía alterna para la incorporación de jóvenes a la docencia y la investigación universitarias, con la que se abrirán interinatos por tres años, y al final de ese periodo la plaza de tiempo completo se designará mediante un concurso de oposición abierto, como marca el Estatuto de Personal Académico, y en este proceso podrán participar docentes de cualquier edad, por lo que no se violan las leyes universitarias”(La Jornada, viernes 24 de enero de 2014).
Lo que están exigiendo “los quejosos”, es que el programa mencionado se suprima y se apliquen las normas correspondientes y abrir concursos de oposición abiertos y universales sin ningún elemento discriminatorio.
“Con la entrada en vigor del Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera de la UNAM se establece un límite máximo de edad (37 años para los hombres y 39 para las mujeres) para ocupar las vacantes generadas por el Subprograma de Retiro Voluntario por Jubilación y por la Reasignación de Plazas de Profesor o de Investigador Emérito. Para algunos docentes, la medida es inequitativa, discriminatoria e ilegal. Señalan, asimismo, que afecta primordialmente a los profesores de asignatura (el 60 por ciento de la planta académica), quienes “llevan años esperando una oportunidad para aspirar a un tiempo completo y mejorar, con ello, su nivel de vida y el de su familia” (Contralínea, 24. diciembre, 2013).
La edad de profesores y profesoras, no puede ser motivo de exclusión de los concursos abiertos en la UNAM. Hay que tomar en cuenta, que de acuerdo a las estadísticas de la propia DGAPA, 19 mil 768 académicos están en edades de 40 a 59 años y 9 mil 721 están en edades de 39 años hacia abajo. En ningún caso, el ser joven o ser adulto medio o mayor, demerita las capacidades y mucho menos los derechos laborales y académicos.
En la Universidad Nacional Autónoma de México, su planta académica es de 37 mil 610 personas, de la cual 29 mil 363 son profesoras y profesores de asignatura, por consecuencia el programa de la DGAPA afecta en lo particular a personal de asignatura, que por lo general tienen negados sus derechos laborales, pues más de 50 % son profesores interinos.
De 34 mil 345 académicos de la UNAM, 17 mil 610, tienen Maestría, Doctorado y Especialidades y 16 mil, 735 cuentan con Licenciatura, agregándole a ello, estar en Seminarios, cursar diplomados, impartir cursos a profesores de dentro y fuera de la universidad, por lo que el programa de la DGAPA representa una falta de respeto a la dignidad del personal académico de esta institución.
En el bachillerato se tiene alrededor de 6 mil 508 académicos. De esa cifra 1355 son de carrera (808 en el CCH y 547 en la Escuela Nacional Preparatoria) y 4253 son de asignatura, parte definitivos y parte interinos (1709 en la ENP y 2544 en el CCH). Información de la DGAPA.
Y lo que más molesta del funcionario es su ligereza para el engaño y la simulación, al afirmar “que el programa es una vía alterna para la incorporación de jóvenes a la docencia y la investigación universitarias, con la que se abrirán interinatos por tres años, y al final de ese periodo la plaza de tiempo completo se designará mediante un concurso de oposición abierto, como marca el Estatuto de Personal Académico, y en este proceso podrán participar docentes de cualquier edad, por lo que no se violan las leyes universitarias”(La Jornada, viernes 24 de enero de 2014).
Lo que están exigiendo “los quejosos”, es que el programa mencionado se suprima y se apliquen las normas correspondientes y abrir concursos de oposición abiertos y universales sin ningún elemento discriminatorio.
“Con la entrada en vigor del Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera de la UNAM se establece un límite máximo de edad (37 años para los hombres y 39 para las mujeres) para ocupar las vacantes generadas por el Subprograma de Retiro Voluntario por Jubilación y por la Reasignación de Plazas de Profesor o de Investigador Emérito. Para algunos docentes, la medida es inequitativa, discriminatoria e ilegal. Señalan, asimismo, que afecta primordialmente a los profesores de asignatura (el 60 por ciento de la planta académica), quienes “llevan años esperando una oportunidad para aspirar a un tiempo completo y mejorar, con ello, su nivel de vida y el de su familia” (Contralínea, 24. diciembre, 2013).
La edad de profesores y profesoras, no puede ser motivo de exclusión de los concursos abiertos en la UNAM. Hay que tomar en cuenta, que de acuerdo a las estadísticas de la propia DGAPA, 19 mil 768 académicos están en edades de 40 a 59 años y 9 mil 721 están en edades de 39 años hacia abajo. En ningún caso, el ser joven o ser adulto medio o mayor, demerita las capacidades y mucho menos los derechos laborales y académicos.
En la Universidad Nacional Autónoma de México, su planta académica es de 37 mil 610 personas, de la cual 29 mil 363 son profesoras y profesores de asignatura, por consecuencia el programa de la DGAPA afecta en lo particular a personal de asignatura, que por lo general tienen negados sus derechos laborales, pues más de 50 % son profesores interinos.
De 34 mil 345 académicos de la UNAM, 17 mil 610, tienen Maestría, Doctorado y Especialidades y 16 mil, 735 cuentan con Licenciatura, agregándole a ello, estar en Seminarios, cursar diplomados, impartir cursos a profesores de dentro y fuera de la universidad, por lo que el programa de la DGAPA representa una falta de respeto a la dignidad del personal académico de esta institución.
En el bachillerato se tiene alrededor de 6 mil 508 académicos. De esa cifra 1355 son de carrera (808 en el CCH y 547 en la Escuela Nacional Preparatoria) y 4253 son de asignatura, parte definitivos y parte interinos (1709 en la ENP y 2544 en el CCH). Información de la DGAPA.
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¿Qué disposiciones legales se violentan con el programa de la DGPA?
“De la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 1.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
De la Ley Federal del Trabajo, Artículo 3.
No podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los trabajadores por motivo de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otro que atente contra la dignidad humana.
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De la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, Artículo 4.
Se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión o estricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, talla pequeña, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.
Del Contrato Colectivo de Trabajo del Personal Académico 2013-2015, cláusula 16.
En relación con los requisitos para ingreso, definitividad y/o promoción del personal académico, se señala que en ningún caso y bajo ninguna circunstancia podrán exigirse mayores requisitos que los estipulados en la legislación aplicable para el ingreso, definitividad y/o promoción a las diversas categorías y niveles que puede tener el personal académico, o las equivalencias o similitudes que establezcan los órganos competentes integrados de acuerdo con la Legislación Universitaria, los que no podrán ser superiores a los establecidos por la misma.
De los Lineamientos Generales para la Igualdad de Género en la UNAM.
Destacan el derecho de que las mujeres, al igual que los hombres, puedan acceder a las oportunidades que les permitan en forma individual y colectiva alcanzar una mayor igualdad y mejorar su calidad de vida y desarrollo humano en esta Casa de Estudios, así como detectar, atender, prevenir y erradicar la violencia de género o cualquier forma de discriminación que se cometa contra un integrante de la comunidad universitaria en instalaciones universitarias.
De la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.
Fuente: Documento del grupo de trabajo de profesores de asignatura. Claustro académico para la reforma del EPA. Citado en Contralínea, 24 12 13.
De la Ley Federal del Trabajo, Artículo 3.
No podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los trabajadores por motivo de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otro que atente contra la dignidad humana.
De la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, Artículo 4.
Se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión o estricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, talla pequeña, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.
Del Contrato Colectivo de Trabajo del Personal Académico 2013-2015, cláusula 16.
En relación con los requisitos para ingreso, definitividad y/o promoción del personal académico, se señala que en ningún caso y bajo ninguna circunstancia podrán exigirse mayores requisitos que los estipulados en la legislación aplicable para el ingreso, definitividad y/o promoción a las diversas categorías y niveles que puede tener el personal académico, o las equivalencias o similitudes que establezcan los órganos competentes integrados de acuerdo con la Legislación Universitaria, los que no podrán ser superiores a los establecidos por la misma.
De los Lineamientos Generales para la Igualdad de Género en la UNAM.
Destacan el derecho de que las mujeres, al igual que los hombres, puedan acceder a las oportunidades que les permitan en forma individual y colectiva alcanzar una mayor igualdad y mejorar su calidad de vida y desarrollo humano en esta Casa de Estudios, así como detectar, atender, prevenir y erradicar la violencia de género o cualquier forma de discriminación que se cometa contra un integrante de la comunidad universitaria en instalaciones universitarias.
De la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.
Fuente: Documento del grupo de trabajo de profesores de asignatura. Claustro académico para la reforma del EPA. Citado en Contralínea, 24 12 13.
Liberato Terán, rebelde amoroso
Joel Ortega Juárez
Milenio, sábado 25 de 2014.
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La mirada de Liberato es tierna y cómplice, nos la regala y nos seduce. Nunca tiene poses de histrionismo fatuo, pero se transforma cuando habla a los auditorios más diversos de estudiantes, universitarios, campesinos, pobladores tanto de Sinaloa como del DF, de Puebla, de todo el país y también de otras partes del mundo, donde deambulan sus pasos por la libertad.
Liberato Terán era un gambusino. Conoció las llantas de automóvil después de los diez años. Su padre buscaba minerales en la sierra de Durango.
Gracias al arrojo de Lorenzo, su hermano mayor, se trasladaron a Corerepe, en el municipio de Guasave de Sinaloa. El cardenismo los dotó de tierras ejidales. Luego migraron a Culiacán y se hicieron universitarios.
Liberato y su hermano Rito encabezaron la lucha por la autonomía de la Universidad de Sinaloa en los sesenta. Aquí se sumaron a la rebeldía libertaria del 68.
Influidos por la Revolución cubana y su líder Fidel se fueron volviendo socialistas, comunistas e ingresaron a la Juventud Comunista y después al Partido.
Liberato fue siempre crítico de la buro (burocracia) y estuvo en las filas de los disidentes, desde el II Congreso de la JCM en 1967 hasta el 19 Congreso del PCM en 1981, donde solo él y yo votamos a favor de la existencia de corrientes y la proporcionalidad para integrar la dirección del partido.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa se enfrentó al gobierno. En 1970 fue detenido al defender a la UAS. La resistencia de los estudiantes sinaloenses fue insólita. Vivió la agresión al edificio Rosalino en 1972, donde murieron dos estudiantes.
Cuando surgió la rebelión en Paris, en mayo de 1968, Liberato la apoyó y se entusiasmó, a pesar de las reservas de los dirigentes comunistas mexicanos y franceses.
Estuvo en la primera línea de lucha en el movimiento del 68 mexicano. La Federación Estudiantil Universitaria de Sinaloa (FEUS), de la que era presidente, envío como delegado al CNH, Consejo Nacional de Huelga, a Miguel Eduardo Valle, El Búho, camarada de Liberato en la FEUS y en la Juventud Comunista.
Liberato tenía un gran sentido del humor. Sonreía con finura y no compartía la solemnidad de los aparatchiks (miembros del aparato del PCM). Tuvo siempre cuestionamientos a la “construcción del socialismo”, aunque tenía cierta candidez ante lo que ocurría en esos países del socialismo realmente existente, documentada en su libro Pasos por el socialismo.
Liberato no practicaba la religiosidad en su militancia política. Se comprometió con el cambio contra el PRI y llamó a votar por Fox en 2000. Nunca admitió la inquisición contra los que votamos así.
Su honradez a toda prueba se erige como ejemplo ante la vulgaridad y mezquindad de antiguos socialistas y comunistas que hoy solo buscan acumular riqueza a costa del erario.
Liberato fue víctima de la intolerancia del fanatismo “izquierdista”. Estuvo a punto de morir en una dilapidación en su contra que le hicieron los enfermos. Nunca cedió a sus agresiones.
Contendió por la rectoría de la UAS y sufrió las maniobras del aparato del PCM.
Escribió múltiples libros y artículos, muchos sin su firma.
Liberato fue un inquebrantable luchador libertario.
La mirada de Liberato es tierna y cómplice, nos la regala y nos seduce. Nunca tiene poses de histrionismo fatuo, pero se transforma cuando habla a los auditorios más diversos de estudiantes, universitarios, campesinos, pobladores tanto de Sinaloa como del DF, de Puebla, de todo el país y también de otras partes del mundo, donde deambulan sus pasos por la libertad.Liberato Terán era un gambusino. Conoció las llantas de automóvil después de los diez años. Su padre buscaba minerales en la sierra de Durango.
Gracias al arrojo de Lorenzo, su hermano mayor, se trasladaron a Corerepe, en el municipio de Guasave de Sinaloa. El cardenismo los dotó de tierras ejidales. Luego migraron a Culiacán y se hicieron universitarios.
Liberato y su hermano Rito encabezaron la lucha por la autonomía de la Universidad de Sinaloa en los sesenta. Aquí se sumaron a la rebeldía libertaria del 68.
Influidos por la Revolución cubana y su líder Fidel se fueron volviendo socialistas, comunistas e ingresaron a la Juventud Comunista y después al Partido.
Liberato fue siempre crítico de la buro (burocracia) y estuvo en las filas de los disidentes, desde el II Congreso de la JCM en 1967 hasta el 19 Congreso del PCM en 1981, donde solo él y yo votamos a favor de la existencia de corrientes y la proporcionalidad para integrar la dirección del partido.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa se enfrentó al gobierno. En 1970 fue detenido al defender a la UAS. La resistencia de los estudiantes sinaloenses fue insólita. Vivió la agresión al edificio Rosalino en 1972, donde murieron dos estudiantes.
Cuando surgió la rebelión en Paris, en mayo de 1968, Liberato la apoyó y se entusiasmó, a pesar de las reservas de los dirigentes comunistas mexicanos y franceses.
Estuvo en la primera línea de lucha en el movimiento del 68 mexicano. La Federación Estudiantil Universitaria de Sinaloa (FEUS), de la que era presidente, envío como delegado al CNH, Consejo Nacional de Huelga, a Miguel Eduardo Valle, El Búho, camarada de Liberato en la FEUS y en la Juventud Comunista.
Liberato tenía un gran sentido del humor. Sonreía con finura y no compartía la solemnidad de los aparatchiks (miembros del aparato del PCM). Tuvo siempre cuestionamientos a la “construcción del socialismo”, aunque tenía cierta candidez ante lo que ocurría en esos países del socialismo realmente existente, documentada en su libro Pasos por el socialismo.
Liberato no practicaba la religiosidad en su militancia política. Se comprometió con el cambio contra el PRI y llamó a votar por Fox en 2000. Nunca admitió la inquisición contra los que votamos así.
Su honradez a toda prueba se erige como ejemplo ante la vulgaridad y mezquindad de antiguos socialistas y comunistas que hoy solo buscan acumular riqueza a costa del erario.
Liberato fue víctima de la intolerancia del fanatismo “izquierdista”. Estuvo a punto de morir en una dilapidación en su contra que le hicieron los enfermos. Nunca cedió a sus agresiones.
Contendió por la rectoría de la UAS y sufrió las maniobras del aparato del PCM.
Escribió múltiples libros y artículos, muchos sin su firma.
Liberato fue un inquebrantable luchador libertario.
Indignante
Profa. Susana Lira de Garay
Secretaria Académica
CCH Sur
Hoy hace 1 hora al firmar mi asistencia vi y escuché que las 3 personas encargadas de las firmas estaban pidiendo firmas en apoyo al Director de la escuela para su postulación como Director General utilizando como argumentos una serie de mentiras.
Ni siquiera molestarse el candidato en pedir firmas es grave, pero más grave utilizar personal y recursos materiales pagados con el presupuesto de la UNAM para una candidatura es realmente un abuso.
No cuestiono al candidato ni su currículum pero usar estos métodos inusuales en nuestra comunidad daña la imagen de cualquier candidato y pone en duda la legitimidad de estos métodos propios del acarreo priísta.
Prof. Jorge Saltijeral
Enviado desde mi iPhone
Secretaria Académica
CCH Sur
Hoy hace 1 hora al firmar mi asistencia vi y escuché que las 3 personas encargadas de las firmas estaban pidiendo firmas en apoyo al Director de la escuela para su postulación como Director General utilizando como argumentos una serie de mentiras.
Ni siquiera molestarse el candidato en pedir firmas es grave, pero más grave utilizar personal y recursos materiales pagados con el presupuesto de la UNAM para una candidatura es realmente un abuso.
No cuestiono al candidato ni su currículum pero usar estos métodos inusuales en nuestra comunidad daña la imagen de cualquier candidato y pone en duda la legitimidad de estos métodos propios del acarreo priísta.
Prof. Jorge Saltijeral
Enviado desde mi iPhone
Cd. Universitaria, 23 de enero de 2014
DR. JOSÉ NARRO ROBLES
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Presente.
Nos dirigimos a usted nuevamente, con relación al Programa de Renovación de la Planta Académica de la UNAM y en particular al Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera a la UNAM; publicado en la Gaceta UNAM con fecha 11 de noviembre de 2013, número 4,559.
Como es de su conocimiento, numerosos académicos de las distintas Escuelas, Facultades e Institutos de nuestra Universidad nos hemos dirigido a usted, por diversos medios, para manifestar nuestro rechazo al mencionado programa y hemos exigido la implementación inmediata de un programa integral que permita la regularización y profesionalización del personal académico, que valore su capacidad y experiencia, y reconozca el esfuerzo de miles de profesores que han dedicado toda su vida laboral y profesional a la UNAM, para convertirla en una de las mejores Universidades del mundo y en una de las instituciones con mayor credibilidad en el país.
Como le hemos expresado anteriormente, consideramos que dicho subprograma:
a) Es ilegal porque contraviene la legislación universitaria: violenta los requisitos que el Estatuto del Personal Académico (EPA) establece para acceder a las plazas de carrera.
b) Fomenta la discrecionalidad de directores para la asignación de plazas.
c) Es discriminatorio y viola la legislación laboral, al imponer límites de edad, sin justificación alguna, sobre los méritos académicos y los años de servicio.
Además de infringir derechos humanos básicos, este programa desconoce la realidad de la mayoría del personal académico de la UNAM y no resuelve las precarias condiciones de trabajo de los 22,703 profesores de asignatura, equivalentes a casi el 60% del total del personal docente y de investigación. No resuelve la situación de inestabilidad laboral de miles de profesores contratados interinamente, impide su permanencia y su posibilidad de promoción. Tampoco responde a la demanda que por muchos años ha realizado el personal académico para que se abran suficientes plazas de tiempo completo.
Hemos recibido una primera respuesta de las autoridades universitarias a la carta dirigida a usted, enviada el 22 de noviembre de 2013, y nos parece preocupante la inconsistencia de los argumentos a los que se recurre para apoyar el subprograma referido.
Contrario a lo que se sostiene, sí transgrede principios fundamentales como la igualdad, y es discriminatorio porque fija límites de edad para acceder a las plazas, por encima de los méritos y los antecedentes. Da un trato diferenciado al personal académico cuando, en esencia, en la legislación se establece la igualdad y el goce de las mismas condiciones, para que no se genere desventaja o se restrinjan derechos.
De acuerdo con el Secretario General de la UNAM, estos programas se justifican en su temporalidad limitada y su excepcionalidad. Y, es precisamente este punto el fundamento de la ilegalidad, pues en el artículo 1º del EPA se establece que las relaciones laborales del personal académico y la UNAM se regirán por este Estatuto, y en ninguna parte de la legislación vigente se permite a las autoridades universitarias, o se contempla, la implementación de programas de excepcionalidad.
Como académicos comprometidos con la Universidad, reconocemos la necesidad de la instrumentación inmediata de un programa integral de profesionalización de la docencia y la investigación, que abra un camino para la regularización y permanencia de miles de profesores académicos universitarios, incorporando también a muchos de los jóvenes que se han formado en nuestra Institución.
Por todo lo anterior, solicitamos a usted la derogación inmediata y permanente del Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera a la UNAM, y solicitamos el establecimiento de una mesa de diálogo para abordar los siguientes puntos:
1) Implementación de un programa integral de regularización y profesionalización del personal académico que comprenda su incorporación, permanencia y promoción. Este programa debe incluir la apertura de plazas de tiempo completo, la integración al salario de los estímulos a la productividad y un aumento salarial digno.
2) Elaboración de un programa de renovación de la planta docente que considere un retiro digno, tanto para profesores de asignatura como de carrera (que cubran las condiciones para ello), así como un programa de incorporación de jóvenes académicos con estricto apego al EPA y a la legislación universitaria vigente.
3) Ampliación de la matrícula en bachillerato y licenciatura, no sólo en las Escuelas y Facultades de la Cd. de México y la zona metropolitana, sino en todo el país, pues la Universidad es Nacional.
4) Derogación del artículo 59 del EPA, que sin ninguna justificación laboral, académica y moral, todavía permite a los exfuncionarios universitarios “durante los tres años inmediatos posteriores a la fecha de su separación”, seguir cobrando su mismo sueldo de funcionario, a pesar de haber dejado el cargo directivo .Estos recursos, que significan una fuerte sangría para la UNAM, bien podrían servir para ampliar la matrícula estudiantil.
Quedamos en espera de su respuesta.
Atentamente
Asamblea del Personal Académico de la UNAM
Preparatorias: 1, 2, 3, 4, 5, 7 y 9.
Colegio de Ciencias y Humanidades: Sur, Oriente, Vallejo y Azcapotzalco.
Facultades: Economía, Arquitectura, Ciencias, Ingeniería y Filosofía.
Facultades de Estudios Superiores: Acatlán y Zaragoza,
Escuelas: Nacional de Artes Plásticas y Nacional de Música.
Comisión redactora, profesores:
María de la Luz Arriaga, (mariluz@unam.mx), tel. 551800 0790
Margarito Clavellina ( canek65@yahoo.com ) tel. 552310 2549
Antonio Buitrón (antoniobuitron@gmail.com ) tel.553235 5795
Se anexan firmas.
cc. Consejos Técnicos e Internos de Institutos, Facultades y Escuelas de la UNAM.
cc. Comisión Nacional de los Derechos Humanos
Como es de su conocimiento, numerosos académicos de las distintas Escuelas, Facultades e Institutos de nuestra Universidad nos hemos dirigido a usted, por diversos medios, para manifestar nuestro rechazo al mencionado programa y hemos exigido la implementación inmediata de un programa integral que permita la regularización y profesionalización del personal académico, que valore su capacidad y experiencia, y reconozca el esfuerzo de miles de profesores que han dedicado toda su vida laboral y profesional a la UNAM, para convertirla en una de las mejores Universidades del mundo y en una de las instituciones con mayor credibilidad en el país.
Como le hemos expresado anteriormente, consideramos que dicho subprograma:
a) Es ilegal porque contraviene la legislación universitaria: violenta los requisitos que el Estatuto del Personal Académico (EPA) establece para acceder a las plazas de carrera.
b) Fomenta la discrecionalidad de directores para la asignación de plazas.
c) Es discriminatorio y viola la legislación laboral, al imponer límites de edad, sin justificación alguna, sobre los méritos académicos y los años de servicio.
Además de infringir derechos humanos básicos, este programa desconoce la realidad de la mayoría del personal académico de la UNAM y no resuelve las precarias condiciones de trabajo de los 22,703 profesores de asignatura, equivalentes a casi el 60% del total del personal docente y de investigación. No resuelve la situación de inestabilidad laboral de miles de profesores contratados interinamente, impide su permanencia y su posibilidad de promoción. Tampoco responde a la demanda que por muchos años ha realizado el personal académico para que se abran suficientes plazas de tiempo completo.
Hemos recibido una primera respuesta de las autoridades universitarias a la carta dirigida a usted, enviada el 22 de noviembre de 2013, y nos parece preocupante la inconsistencia de los argumentos a los que se recurre para apoyar el subprograma referido.
Contrario a lo que se sostiene, sí transgrede principios fundamentales como la igualdad, y es discriminatorio porque fija límites de edad para acceder a las plazas, por encima de los méritos y los antecedentes. Da un trato diferenciado al personal académico cuando, en esencia, en la legislación se establece la igualdad y el goce de las mismas condiciones, para que no se genere desventaja o se restrinjan derechos.
De acuerdo con el Secretario General de la UNAM, estos programas se justifican en su temporalidad limitada y su excepcionalidad. Y, es precisamente este punto el fundamento de la ilegalidad, pues en el artículo 1º del EPA se establece que las relaciones laborales del personal académico y la UNAM se regirán por este Estatuto, y en ninguna parte de la legislación vigente se permite a las autoridades universitarias, o se contempla, la implementación de programas de excepcionalidad.
Como académicos comprometidos con la Universidad, reconocemos la necesidad de la instrumentación inmediata de un programa integral de profesionalización de la docencia y la investigación, que abra un camino para la regularización y permanencia de miles de profesores académicos universitarios, incorporando también a muchos de los jóvenes que se han formado en nuestra Institución.
Por todo lo anterior, solicitamos a usted la derogación inmediata y permanente del Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera a la UNAM, y solicitamos el establecimiento de una mesa de diálogo para abordar los siguientes puntos:
1) Implementación de un programa integral de regularización y profesionalización del personal académico que comprenda su incorporación, permanencia y promoción. Este programa debe incluir la apertura de plazas de tiempo completo, la integración al salario de los estímulos a la productividad y un aumento salarial digno.
2) Elaboración de un programa de renovación de la planta docente que considere un retiro digno, tanto para profesores de asignatura como de carrera (que cubran las condiciones para ello), así como un programa de incorporación de jóvenes académicos con estricto apego al EPA y a la legislación universitaria vigente.
3) Ampliación de la matrícula en bachillerato y licenciatura, no sólo en las Escuelas y Facultades de la Cd. de México y la zona metropolitana, sino en todo el país, pues la Universidad es Nacional.
4) Derogación del artículo 59 del EPA, que sin ninguna justificación laboral, académica y moral, todavía permite a los exfuncionarios universitarios “durante los tres años inmediatos posteriores a la fecha de su separación”, seguir cobrando su mismo sueldo de funcionario, a pesar de haber dejado el cargo directivo .Estos recursos, que significan una fuerte sangría para la UNAM, bien podrían servir para ampliar la matrícula estudiantil.
Quedamos en espera de su respuesta.
Atentamente
Asamblea del Personal Académico de la UNAM
Preparatorias: 1, 2, 3, 4, 5, 7 y 9.
Colegio de Ciencias y Humanidades: Sur, Oriente, Vallejo y Azcapotzalco.
Facultades: Economía, Arquitectura, Ciencias, Ingeniería y Filosofía.
Facultades de Estudios Superiores: Acatlán y Zaragoza,
Escuelas: Nacional de Artes Plásticas y Nacional de Música.
Comisión redactora, profesores:
María de la Luz Arriaga, (mariluz@unam.mx), tel. 551800 0790
Margarito Clavellina ( canek65@yahoo.com ) tel. 552310 2549
Antonio Buitrón (antoniobuitron@gmail.com ) tel.553235 5795
Se anexan firmas.
cc. Consejos Técnicos e Internos de Institutos, Facultades y Escuelas de la UNAM.
cc. Comisión Nacional de los Derechos Humanos
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