La Palabra

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LA PALABRA

No.42, diciembre de 2013
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.

http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch

 
Han enterrado a la democracia
 
Gabriel Vargas Lozano
 
Hemos presenciado, a través del Canal del Congreso, el debate sobre las modificaciones constitucionales propuestas por el Ejecutivo sobre el tema del petróleo y la electricidad. La izquierda ha ofrecido, enérgica y valiente, un conjunto de argumentos para evitar que el principal tesoro de México (y de cualquier otro país) sea el punto de partida, no sólo de multimillonarios negocios para las trasnacionales, sino también de la entrega de nuestra soberanía a Estados Unidos.

Pero el grupo en el poder tomó ya esa decisión y la incipiente democracia quedó nulificada. Esto es lo que hemos visto en las votaciones en el Senado sobre el dictamen que pasará al pleno, donde se repetirá la historia: las propuestas de la oposición ni siquiera serán discutidas. Estoy seguro de que millones de mexicanos estamos contra ese dictamen acordado entre las élites del PAN y el PRI porque no creo que haya sido consultado con las bases de sus propios partidos, como tampoco se ha admitido la consulta popular. Los senadores oficialistas no se han conmovido con los argumentos de que no vendan la riqueza del país; de que la aducida incapacidad para exploración en aguas profundas no requiere dichas reformas constitucionales; de que lo que hay que hacer es combatir la corrupción en la empresa; de que el capital extranjero no se va a contentar con obtener enormes ganancias, sino que se van a convertir en activos agentes de la política nacional para proteger sus intereses; de que los bienes públicos no puede ser subastados; de que no podemos ser parte de la geopolítica estadunidense, e incluso de que no sean traidores a la patria.

Nada los conmueve, nada los lleva a modificar la consigna. Son ejemplo de disciplina militar, aunque se suponía que ellos no eran soldados, sino representantes populares. Que quede claro: ellos no han derrotado a la izquierda o al pueblo, han enterrado a la democracia.
 
La Jornada, El Correo Ilustrado, martes 10 de diciembre de 2013.
 

Integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional y de la Coordinadora Nacional el Trabajadores de la Educación mantuvieron el cerco al recinto legislativo en rechazo a la reforma privatizadora de los energéticos. Los simpatizantes de Morena no cejaron en el golpeteo a las vallas metálicas que rodean al inmueble Foto Carlos Ramos Mamahua (La Jornada, 10 12 13).
 
 
No aceptemos el aumento a la tarifa del Metro
 
El gobierno del Distrito Federal ha tomado la decisión de aumentar la tarifa del Metro a $ 5.00, sin una consulta real a la población y desoyendo las voces de quienes nos hemos opuesto a que se incremente el costo de este servicio colectivo de transporte. El gobierno de Mancera ha querido maquillar esta medida unilateral con una consulta simulada, aplicando la encuesta a 7 mil 200 usuarios y con sólo el aval de 3 mil 960 personas (el 55 %), decide que la “mayoría” está de acuerdo con el incremento, cuando los millares de usuarios no participaron en ella.
 
¿O se tratará de generar un modelo de consulta acorde con la crisis social que padecemos y la ausencia de credibilidad en los gobiernos emanados de cualquier partido político?
 
La medida es antidemocrática y debe ser rechazada socialmente.  
 
Prof. Jesús Pacheco Martínez.    Estudiante, Marlene Martínez Hernández
 
 
Comunicado de aliento-Magú

La Jornada, 10 de diciembre de 2013.
 
Nelson Mandela
 
Johannesburgo, 5 de diciembre.

Nelson Mandela, el icono de la lucha contra el apartheid que se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, y premio Nobel de la Paz 1993, falleció a los 95 años la medianoche (hora local) de este jueves en su residencia de Houghton, Johannesburgo, rodeado de su familia, informó el presidente sudafricano, Jacob Zuma. La nación perdió al mismo tiempo a su padre y al más grande de sus hijos …”Compatriotas, nuestro querido Nelson Rolihlahla Mandela, el presidente fundador de nuestra nación democrática, ha muerto”.
“He luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros; he deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades; por este ideal quiero vivir y también, si fuese necesario, estoy dispuesto a morir por él”. Nelson Mandela.

Descanse en paz

 
Luchar contra el racismo donde sea y
bajo cualquier disfraz que se presente
 
Nelson Mandela *
 
                  
Nelson Mandela y F.W. de Klerk, en la ceremonia celebrada en Oslo donde recibieron el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre de 1993 Foto Reuters
 
Su majestad, el rey. Su alteza real, estimados miembros del Comité Noruego del Nobel, honorable primer ministro, señora Gro Harlem Brundtland, ministros, miembros del Parlamento y embajadores, compañeros galardonados, señor F. W. De Klerk, distinguidos invitados, amigos, damas y caballeros.
 
Quiero extender un agradecimiento de corazón al Comité Noruego del Nobel por acogerme como ganador del Premio Nobel de la Paz. Quisiera aprovechar esta oportunidad para felicitar a mi compatriota y también galardonado, presidente F. W de Klerk, quien recibe conmigo este alto honor.

Juntos nos hemos unido a dos sudafricanos distinguidos; el fallecido Albert Lutuli, y su santidad, el arzobispo Desmond Tutu, cuyas fundamentales contribuciones a la lucha pacífica contra el maligno sistema del apartheid fueron justamente premiados por ustedes al concederles el Premio Nobel de la Paz.
 
No sería presuntuoso de nuestra parte si también añadimos, de entre nuestros predecesores, el nombre de otro notable ganador del Premio Nobel de la Paz, el asesinado reverendo Martin Luther King Jr. Él también luchó y murió sin cejar en el empeño de hacer una contribución para encontrar una solución justa a algunas de las grandes interrogantes que hoy enfrentamos los sudafricanos.
 
Hablamos aquí del reto de las dicotomías de la guerra y la paz, la violencia y la no violencia, del racismo y la dignidad humana, la opresión y la represión, la libertad y los derechos humanos, la pobreza y liberación de los que padecen carencias.
 
Nos encontramos hoy aquí como nada menos que representantes de millones de los nuestros que se han atrevido a levantarse contra un sistema social cuya esencia misma es la guerra, la violencia, el racismo, la opresión, la represión y el empobrecimiento de un pueblo entero.
 
También me encuentro aquí como representante de millones de personas en todo el globo: el movimiento antiapartheid, los gobiernos y organizaciones que se han unido con nosotros, no para combatir a Sudáfrica como país ni a ninguno de sus habitantes; sino para oponerse a un sistema inhumano y exigir el fin inmediato del crimen contra la humanidad que es el apartheid.
 
Esos incontables seres humanos, tanto dentro como fuera de nuestro país, tuvieron la nobleza de espíritu de impedirle el paso a la tiranía y la injusticia sin buscar una ganancia egoísta. Reconocieron que el daño contra uno es un daño contra todos, y por lo tanto, actuaron unidos para defender la justicia y la decencia humana fundamental.
 
Gracias a su valor y persistencia de muchos años, hoy podemos, incluso, prever la fecha en que toda la humanidad se reunirá para celebrar una de las más notables victorias humanas de nuestro siglo. Cuando llegue ese momento, nos regocijaremos juntos por la victoria común sobre el racismo, el apartheid y el mandato de la minoría blanca.
 
Ese triunfo finalmente cerrará una historia de 500 años de colonización en África que comenzó con el establecimiento del imperio portugués. De la misma forma, quedará marcado un gran paso hacia adelante en la historia que servirá como consigna común a los pueblos del mundo para luchar contra el racismo, donde quiera que ocurra y bajo cualquier disfraz que se presente.
 
En la punta sur del continente de África, se prepara una hermosa recompensa, un regalo invaluable que llegará a aquellos que sufrieron en el nombre de la humanidad y que sacrificaron todo por la libertad, la paz, la dignidad humana y la justicia entre los hombres.
 
Esta recompensa no se medirá en dinero, ni podrá valuarse con el precio de los metales raros y piedras preciosas que reposan en las entrañas de la tierra africana en la que permanecen las huellas de nuestros ancestros. Se medirá con la felicidad y el bienestar de los niños que son, al mismo tiempo, los ciudadanos más vulnerables de cualquier sociedad y uno de nuestros mayores tesoros.
 
Estos niños podrán, al fin, jugar en el campo ya sin sufrir la tortura del hambre y la enfermedad, ni amenazados por la escoria de la ignorancia y el abuso, ni tendrán ya que involucrarse en actividades cuya gravedad excede las demandas que corresponden a su corta edad.
 
Ante esta distinguida audiencia, nos comprometemos a que la nueva Sudáfrica luchará sin tregua en lograr los propósitos definidos en la Declaración Mundial sobre la Sobrevivencia, Protección y Desarrollo de los niños.
 
La recompensa de la que hablamos también se medirá con la felicidad y bienestar de las madres y padres de estos niños, quienes vivirán sin el temor de ser robados, asesinados por motivos políticos o monetarios, o humillados porque son mendigos.
 
Ellos serán liberados de la pesada carga de la desesperación que llevan en el corazón, surgida de la pobreza, el hambre y el desempleo. El valor de ese regalo es para todos aquellos que han sufrido, deberá y será medido con la felicidad y bienestar de los ciudadanos de nuestro país que derribará los muros inhumanos que los dividen.
 
Estas grandes masas darán la espalda al grave insulto contra la dignidad humana que definió a algunos como amos y a otros como sirvientes, y transformó en depredadores a aquellos cuya sobrevivencia dependía de la destrucción del otro.
 
El valor de nuestra recompensa compartida deberá y será medido con la paz gozosa que triunfará porque la humanidad común que une a negros y blancos en una sola raza humana dirá a cada uno de nosotros que viviremos como hijos del paraíso.
 
Así viviremos, porque crearemos una sociedad que reconoce que todos los hombres hemos nacido iguales, con derecho a la misma calidad de vida, libertad, prosperidad, derechos humanos y buen gobierno. Una sociedad así jamás permitirá que vuelva a haber prisioneros de conciencia ni que se violen los derechos humanos de persona alguna.
 
Tampoco debe permitirse que otra vez las vías hacia el cambio pacífico sean bloqueadas por usurpadores que robarán el poder del pueblo con el fin de satisfacer sus propósitos indignos.
 
En relación a estas materias, llamamos al gobierno de Birmania (hoy Myanmar) para que dejen en libertad a nuestra compañera Nobel de la Paz, Aun San Suu Kyi, y la involucren en un diálogo serio que beneficie a la población del país.
 
Oramos porque aquellos que tienen el poder cedan cuanto antes y permitan que ella use su talento y energía en beneficio de su nación y de la humanidad como un todo. Y alejándome de las asperezas y tribulaciones políticas de nuestro propio país, quiero aprovechar esta oportunidad para unirme al Comité Noruego del Nobel para rendir homenaje a mi compañero de galardón, el señor F. W de Klerk.
 
Él tuvo el valor de admitir la terrible injusticia que se cometía en nuestro país y nuestro pueblo con la imposición del sistema del apartheid. Él tuvo la visión de comprender y aceptar que todo el pueblo sudafricano debía negociar como participantes igualitarios en el proceso con el que se determinarían qué futuro deseamos.
 
Aún hay algunos en nuestra nación que equivocadamente creen que pueden hacer una contribución a la causa de la justicia y la paz aferrándose a arcaísmos que, se ha constatado, sólo llevan al desastre. Conservamos la esperanza de que ellos también sean bendecidos con la razón suficiente para darse cuenta de que la historia no puede negarse y que una nueva sociedad no puede ser creada reproduciendo un pasado repugnante que sólo ha sido retocado y escondido bajo una nueva fachada.
 
También quisiéramos aprovechar la ocasión para homenajear a los numerosos movimientos democráticos de nuestro país, incluidos los miembros del Frente Patriótico, quienes jugaron un papel central en llevar a nuestro país a la transformación democrática que hoy vivimos.
 
Nos hace felices que muchos representantes de estas formaciones, incluyendo personas que están o estuvieron al servicio de estructuras nacionales vinieron con nosotros a Oslo. Ellos también deben recibir el aplauso del Nobel de la Paz.
 
Vivimos con la esperanza de que al tiempo que Sudáfrica lucha para reinventarse, se convierta también en un microcosmos; en un nuevo mundo que está por nacer. Este debe ser un mundo de democracia y respeto por los derechos humanos, un mundo libre de los horrores de la pobreza, el hambre, la privación y la ignorancia; sin la amenaza y la escoria de las guerras civiles, las agresiones externas y sin la carga que implica la tragedia de millones de personas obligadas a convertirse en refugiados.
 
Este proceso en el que Sudáfrica y el sur del continente como un todo están enfrascados, nos piden y nos urgen a fluir con la corriente y convertir a la región en un ejemplo viviente de lo que toda la gente con conciencia desea para el mundo.
 
No creemos que este Premio Nobel de la Paz tenga la intención de reconocer hechos que ocurrieron y quedan en el pasado. Escuchamos las voces que nos dicen que este premio es un llamado a todos aquellos, a través del universo, que buscaron poner fin al sistema del apartheid.
 
Portada del número del 16 de diciembre de la revista 
The New Yorker, en honor a Nelson Mandela.
(La Jornada en línea, viernes 6 de diciembre de 2013.
    
Comprendemos su llamado, y dedicaremos el resto de nuestras vidas para utilizar la experiencia única y dolorosa de nuestro país para demostrar, en la práctica, que la condición normal de la existencia humana es la democracia, la justicia, la paz; sin racismo, sin sexismo; con prosperidad para todos, con un ambiente saludable, con igualdad y solidaridad entre los pueblos. Movidos por ese llamado e inspirados por el honor que nos han conferido, llevaremos a cabo todo lo posible que contribuya a la renovación de nuestro mundo para que nadie, en un futuro, sea llamado un miserable de esta tierra.

Que jamás las futuras generaciones digan que la indiferencia, el cinismo y el egoísmo nos hicieron fracasar en el intento de lograr los ideales humanistas representados por el Premio Nobel de la Paz.
 
Que la lucha de todos nosotros sirva para constatar que Martin Luther King Jr. tuvo razón cuando afirmó que la humanidad ya no debe estar trágicamente ligada a la noche sin estrellas que son el racismo y la guerra. Que los esfuerzos de todos nosotros demuestren que él no era un soñador que sólo habló de la belleza de la hermandad y la paz genuinas; que son más preciosos que los diamantes, la plata y el oro.

¡Que comience esta nueva era!
 
Gracias.
 
Tomado de nobelprize.org
* Discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz en 1993, que recibió junto con el entonces presidente sudafricano Frederik Willem de Klerk
Traducción: Gabriela Fonseca.     La Jornada, 6 de diciembre de 2013.

 
Discurso del Prof. Ramiro González Ayón, en la Clausura de los trabajos de la Comisión Especial Examinadora del Documento Base para la Actualización del Plan de Estudios del CCH
 
Al terminar hoy, 28 de noviembre de 2013, los trabajos de la denominada "Comisión Especial Examinadora del Documento Base para la Actualización del Plan de Estudios del CCH" es pertinente, además de entregar al Consejo Técnico los resultados de los trabajos realizados, comentar diversos aspectos involucrados con las actividades llevadas a cabo.

Es de resaltarse, en primer término, el compromiso asumido por los integrantes de la Comisión que se afanaron en la búsqueda de las opciones para tener un mejor Colegio dentro de los límites estrechos en que se constriñó su quehacer al darles como función el análisis del documento base de los doce puntos. Prueba de ello son los resultados entregados este día a las autoridades cumpliendo el compromiso establecido.

Lo anterior no puede desvincularse de la forma en que se integró la Comisión, donde la mayor parte de sus miembros fueron elegidos mediante votación por los profesores del Colegio. Esto demuestra que cuando se confía en los protagonistas del hecho educativo y en los métodos democráticos y participativos las alternativas se enriquecen y los resultados pueden ser mejores para redundar en un compromiso colectivo.

Lo realizado en el proceso de Actualización  no se dio en el mejor contexto. Se careció de un diagnóstico que permitiera apuntar las virtudes y defectos del actual Plan de Estudios y de los documentos, que junto con éste, caracterizan hoy a nuestra Institución. Tampoco contamos con un análisis de la práctica escolar que determine la congruencia entre lo que se dice que debe ser y lo que es. Sí tuvimos, como herramienta de trabajo, una publicación de la Dirección General que contiene datos estadísticos muy útiles y otros aspectos, lo que es inexplicable es que se titula  "Diagnóstico institucional para la revisión curricular" y en ella no aparece una sola línea que califique el plan de estudios vigente y su relación con una realidad preocupante que nos muestra tres escuelas con muy diferentes resultados en el mismo Colegio: el turno matutino, el turno vespertino y los sabatinos con sus variantes de cursos exprés y otras modalidades. Todo esto apareció o se agudizó desde que se implementó el llamado "Plan de Estudios Actualizado de 1996". Sin duda, es necesaria y urgente la elaboración de este diagnóstico del que se desprendan las líneas estratégicas que incidan en el plan y los programas de estudio y las acciones escolares necesarias. Fue lamentable no contar con él en este proceso.

También nos enfrentamos a un transcurso mal planeado.  Al trabajar de manera simultánea la Comisión Especial y las Comisiones para la Actualización de los Programas de Estudio estas últimas no tuvieron los referentes indispensables que orientaran y contextualizaran su trabajo, como son el perfil del egresado y el modelo educativo, el cual merece un comentario aparte. Esto, visto con cierta distancia, la distancia que me da la terminación de los trabajos de la Comisión y la escritura de este discurso, suena increíble, pero así fue. La consecuencia está en la propuesta de programas, cuando menos en los de Ciencias Experimentales que como integrante del grupo dos me correspondió revisar, donde se aprecia una concreción dispar de estos aspectos y, en algunos casos la referencia al PEA de 1996 que es el que pretendemos modificar. Por otro lado, si comparamos los documentos de trabajo elaborados por la Comisión sobre el Modelo Educativo y el Perfil del Egresado con lo publicado sobre estos mismos aspectos en el PEA de 1996 son totalmente diferentes.

Aun nos preguntamos el porqué de la tardanza para incorporar de manera organizada y representativa la opinión de los profesores en este proceso. La respuesta la tienen las autoridades, responsables de la planeación del mismo. Por otro lado creo,  que lo elaborado por la Comisión deja una huella profunda que podrá ser referencia para distintos aspectos de la vida del Colegio.

Incorporar a los trabajos el punto sobre el Modelo Educativo, no contemplado en el documento base, fue el primer logro, pues no era explicable la omisión cuando el Modelo Educativo contextualiza prácticamente todas las actividades que llevamos a cabo, tanto académicas como administrativas. Hoy tenemos un documento que incorpora diferentes experiencias y pronunciamientos que se encontraban dispersos y que considera a las nuevas herramientas tecnológicas usadas para enseñar y para aprender y, sobre todo, caracteriza la práctica educativa fortaleciendo las orientaciones y principios que distinguen a nuestra Institución, poniendo por delante la formación de los alumnos que trasciende la experiencia pedagógica. Nada que ver con el farragoso y disperso escrito que sobre el tema aparece en el PEA de 1996.

A su vez, hoy contamos con un documento actualizado sobre el Perfil del Egresado que delinea en forma precisa las contribuciones que al respecto deben aportar las Áreas de conocimiento a través del desarrollo de los programas de estudio así como la formación que se espera de los alumnos mediante el impulso y puesta en práctica del Modelo Educativo en sus aspectos pedagógicos.

No es menos importante la conclusión que obtuvo la Comisión sobre las estrategias o política que debe implementarse en la Institución para la formación de profesores, particularmente la dirigida a los de nuevo o reciente ingreso. No es gratuito que se estén produciendo distorsiones y contradicciones, cada vez de mayores alcances, con el Modelo Educativo que caracteriza al Colegio. La ausencia de una preparación inicial de los profesores de nuevo ingreso es la causa. No se puede pedir que se desarrolle una práctica educativa cuando se desconocen los lineamientos y principios que la inspiran. Este es un aspecto de extrema urgencia para corregirlo.
A pesar de las fronteras establecidas por las autoridades en relación con los asuntos sobre los que debería pronunciarse la Comisión Especial, fue imposible no contemplar otros aspectos no considerados en el documento base de los doce puntos, es el caso de lo referente al Modelo Educativo ya comentado. Resalto también, en esta misma lógica, la conclusión de la Comisión sobre la diferenciación que se hace sobre la enseñanza y el aprendizaje en diversas asignaturas asignando a los grupos escolares un número diferente de alumnos, como sucede entre las materias de Matemáticas y Ciencias Experimentales y las de Talleres e Historia. Consideramos que en estos últimos casos el número de alumnos por grupo escolar debe ser semejante a las de las primeras. No es posible plantearse que el Modelo Educativo en sus aspectos pedagógicos pueda ser impulsado con calidad en grupos de más de cincuenta alumnos.

Nuestro trabajo atendió todos los puntos enunciados en el documento base y llegamos a un pronunciamiento fundado y razonado sobre cada uno de ellos poniendo por delante los argumentos académicos que solventan las conclusiones y que, afortunadamente, aparece publicado en el impreso denominado "Propuesta de la Comisión Especial Examinadora a partir del análisis del Documento Base para la Actualización del Plan de Estudios". Este impreso es el testimonio de los alcances obtenidos por la Comisión Especial.

Los trabajos que hemos entregado al Consejo Técnico no son una invitación para que se tomen decisiones al margen de la opinión de  los profesores del Colegio, nuestras conclusiones, contenidas en el impreso mencionado anteriormente, son documentos que esperan ser cotejados y discutidos lo más ampliamente posible por los profesores y fueron preparados no solo para una lectura individual sino para ser base de un análisis y una reflexión colectiva en eventos convocados para tal fin,  lamentablemente estos no se llevaron a cabo ya que el proceso participativo para perfilar los cambios en nuestro plan de estudios fue cortado abruptamente desde el pasado 15 de agosto por decisión del Consejo Técnico del Colegio al cancelar los Foros Programados para realizarse los días 19 y 20 del mismo mes en los cinco planteles y cuyo propósito era recibir los puntos de vista de profesores sobre lo realizado por la Comisión. El argumento central esgrimido para la cancelación fue: "... Con el propósito de enriquecer el proceso, escuchar todas las voces de la comunidad del Colegio e incrementar la participación...". Curiosa forma de ver el enriquecimiento de un proceso  cancelando los espacios de participación y reflexión colectiva.

Hemos efectuado la sistematización de las ponencias registradas para el Foro suspendido, en ellas se expresan las preocupaciones de los profesores, que van más allá de la actualización del Plan de Estudios, el propósito de esto es que no se pierdan las ideas y propuestas de nuestros compañeros para que en un futuro mejor que el presente puedan ser analizadas en un espacio de reflexión colectiva semejante o igual a como fue concebido el Foro no realizado.

Finalmente, sabemos que este proceso será retomado en un futuro no lejano, la actualización del Plan de Estudios y los cambios que exige nuestro Colegio son urgentes. Deseamos que esto se haga con la participación organizada y representativa de los profesores como fue el actual proceso hasta el pasado 15 de agosto y con una planeación más cuidada. Sabemos que ninguna transformación escolar es exitosa sin la participación de los protagonistas del hecho educativo y nuestra experiencia dice que las decisiones autoritarias al margen de los involucrados solo generan conflictos que no existían. Los trabajos construidos por esta Comisión Especial están sujetos a la opinión de los integrantes del Colegio, particularmente los profesores. Lo que si podemos afirmar sin ninguna duda es que nuestra motivación fue la búsqueda de alternativas que lleven a tener un mejor Colegio de Ciencias y Humanidades que brinde la mejor educación posible a los jóvenes que se incorporan a sus aulas. Es todo.
 
28 de noviembre de 2013
 
La única certeza, la incertidumbre
Joel Ortega Juárez
 
“Estamos asustados por la fragilidad y la vacilación de nuestra situación social, vivimos en la incertidumbre y en la desconfianza en nuestros políticos e instituciones”:  Zygmunt Bauman
 
La combinación de fenómenos contradictorios y complejos hace cada vez más difícil el análisis político del momento que vive México. Cualquier conclusión simplificadora tiene por definición la probable equivocación, tanto en el diagnóstico como en la propuesta de soluciones.

El momento político que vivimos no podría estar más enredado.

Después del apabullante inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto, hoy no son pocos los que lo consideran como un gobierno frustrado, que apostó más a lo escénico y a la divulgación de momentos de éxito, como lo fueron la firma del Pacto por México y sus iniciales pasos triunfales con la aprobación de las reformas educativa y la de medios. Incluso entre sus partidarios se nota una seria preocupación por la falta de realizaciones de este primer año de la restauración priista.

En el plano económico todos los pronósticos se han ido derrumbando. De una inicial expectativa de crecimiento de tres y medio por ciento del PIB, hemos caído a casi un punto en las predicciones para este año.

A pesar de que algunos de los panegiristas del régimen e incluso antiguos críticos consideraron al principio que era imposible una restauración del autoritarismo, en estos meses hemos visto cómo han resurgido las medidas represivas y de utilización de la policía e incluso de fuerzas militares para contener o frenar a los movimientos sociales o incluso tomar por asalto la plaza pública, como ocurrió a partir del desalojo de la CNTE del Zócalo.

Tampoco ha sido suficiente el haber encarcelado a Elba Esther Gordillo, símbolo de los líderes más corruptos del viejo corporativismo sindical, para considerar que este gobierno realmente ha emprendido una lucha contra ese corporativismo.

Aunque el panorama del gobierno tiene resultados bastante frustrantes, tampoco podemos decir que en el lado opositor haya habido grandes realizaciones.

En este momento, estamos presenciando cómo, a pesar de la fractura del Pacto por México, con la salida del PRD, el gobierno de Peña Nieto ha sido capaz de sumar al PAN en la aprobación de su denominada reforma política electoral y sobre todo cómo ha puesto las bases para la aprobación de la reforma energética, a tal grado que incluso se considera que la va a llevar más allá de la iniciativa original, sumando muchos de los aspectos que el PAN le propuso y que acentúan su condición privatizadora.

Lo sorprendente es que en el campo de los que combaten esta reforma, tanto el PRD como Morena, han sido incapaces de sumar sus fuerzas e incluso las han visto extraordinariamente mermadas, al punto de que el cerco que se tenía proyectado ante el Senado ha sido de una significativa debilidad. No solamente por la enfermedad inesperada de Andrés Manuel López Obrador, sino sobre todo porque no fue suficiente el empleo de una estrategia de manifestaciones innumerables en el Zócalo para construir una verdadera resistencia a la reforma.
 
Milenio, sábado 7 de diciembre de 2013.
 
 
Zócalo, Ciudad de México

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