La Palabra

Si buscas hosting web, dominios web, correos empresariales o crear páginas web gratis, ingresa a PaginaMX
Por otro lado, si buscas crear códigos qr online ingresa al Creador de Códigos QR más potente que existe


 
LA PALABRA
 
No.62, mayo de 2014
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.

www.lapalabrareflexion.mex.tl

http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch

 

 
Piden respeto a sus derechos
 
Como cada año, en el Día del Maestro el rector de la UNAM reconoce y agradece el compromiso de los maestros y maestras con la enseñanza y con el desarrollo del conocimiento, y con los estudiantes. Sin embargo, en esta ocasión se vio obligado a mencionar que con respeto total a los derechos de nuestros maestros ha puesto en práctica un programa para incorporar a cerca de 550 nuevos académicos de carrera. Si realmente su programa considerara los derechos de los maestros que durante muchos años han entregado lo mejor de sí a la universidad no tendría que hacer la aclaración, pero lo hace porque tiene que responder a los reclamos de muchos académicos de la UNAM que desde hace seis meses hemos denunciado que el rector instrumenta un programa discriminatorio, que establece que para poder optar por las plazas de su programa de renovación de la planta docente, los hombres deberán ser menores de 37 años y las mujeres de 39. Además, violenta la legislación universitaria, pues estas plazas serán asignadas de manera directa por los directores de las facultades, institutos y escuelas y no por concurso de oposición abierto.

El rector, que se ha manifestado por el compromiso de la superación permanente de la universidad, por coherencia está obligado a atender nuestras propuestas y acabar con un modelo docente precario, en el que la mayoría de sus integrantes sean profesores de asignatura, mal pagados y sin estabilidad laboral.

Por la Asamblea del Personal Académico de la UNAM: María de la Luz Arriaga, Antonio Buitrón, Margarito Clavellina y Luz María López

La Jornada, El Correo Ilustrado, domingo 18 de 2014.



 
Mitos en el acceso a la educación
media superior y superior

 
Hugo Aboites *
 
El paso de la educación básica a la media superior y superior es algo que se da por sentado. Ello ocurre a tal punto que en algunos, 50, 60 o incluso más de 70 por ciento de sus jóvenes (como en Cuba y Argentina) están en una institución universitaria. En México, sin embargo, escasamente superamos 30 por ciento. ¿Cómo es que aquí, para la mayoría de las y los demandantes y sus familias una disparidad tan profunda como ésta sigue siendo parte de la normalidad (a pesar de que gracias a los movimientos de rechazados ha avanzado la conciencia de la gravedad de este problema)? La explicación que aquí ofrecemos es que en torno al acceso a los niveles superiores (bachillerato y universidad) se han creado tres mitos poderosos que constituyen una de las más sólidas barreras al surgimiento de una corriente masiva de indignación nacional y de exigencia de cambio respecto de la enorme desventaja en la que en México colocamos a las y los jóvenes.
 
El primer mito o leyenda aparece cuando se dice que el ingreso a la institución de preferencia es algo que depende fundamentalmente del esfuerzo de cada persona y, que, en caso de no ser admitido, hay que estudiar más. Como también ocurre en otros mitos, éste no deja de tener en su origen algo de verdad, pero ésta viene rebasada en una narración fantástica. Y, en efecto, quienes no hicieron esfuerzo alguno muy probablemente tendrán menos posibilidades de ingreso que quienes se prepararon correcta y concienzudamente. Estudiar o no lo suficiente puede explicar la admisión o rechazo cuando se trata de poblaciones pequeñas de demandantes, pero cuando hablamos de 200 mil aspirantes y 16 mil lugares disponibles resulta absurdo plantear que no ingresa un número sustancialmente mayor de jóvenes porque no hicieron el esfuerzo debido.
 
No faltan jóvenes capaces, sino lugares suficientes. El desvanecimiento de este primer mito es una conclusión indispensable para lograr un cambio fundamental de perspectiva, pues en las condiciones actuales en México con una baja oferta, ya no es el esfuerzo el principal factor determinante del rechazo, sino la falta de voluntad del Estado para crear instituciones y ofrecer más lugares en las existentes. Este cambio de perspectiva, a su vez, es importante porque el mito de la falta de esfuerzo esconde, en el fondo, el mito de la falta de talento. No pocos de los jóvenes rechazados asumen que les faltó estudio y se aplican más, pagan cursos de preparación y, con una determinación admirable, vuelven a solicitar ingreso una y otra vez. Al cabo de varios intentos, sin embargo, no es raro que lleguen a la conclusión (que implícitamente propone también el examen cuando se insiste que elige a quienes sí son de calidad) de que en realidad lo que no tienen es la capacidad estructural necesaria y, una vez en ese camino, las consecuencias personales y sociales pueden ser muy destructivas. No sólo se les rechaza, se les envía a la calle con la certificación de que son, hablando el lenguaje de Enlace, definitivamente insuficientes, fallidos.
 
Un segundo mito dice que todos tienen las mismas oportunidades de ingreso. Que no hay favoritismos o privilegios. Sin embargo, existen datos estadísticos que apuntan claramente en dirección a que el uso de exámenes estandarizados de opción múltiple prefiere a los hijos de funcionarios, directivos y empresarios, y no tanto a los hijos de obreros y campesinos. Así, en el caso de 5 mil aspirantes provenientes de los estratos poblacionales más favorecidos se admite a mil, pero de una cifra similar de demandantes (4 mil 600) de origen popular sólo a 433 (Aboites, H. “Jóvenes y perspectivas en la educación media superior y superior…”, 2013). Y datos semejantes aparecen en relación con el asunto de género.
 
Puede pensarse que la explicación de estas diferencias, en el primer caso, depende de algo cierto: que los demandantes de clases populares tuvieron menos acceso a bienes culturales. Sin embargo, dado el bajo poder de predicción (los resultados no anticipan bien quién va a ser un estudiante exitoso y quién no) que reconocidamente tienen los exámenes estandarizados y a reserva de más investigación, es posible decir que el examen no funciona tanto para elegir a los que tendrán un buen desempeño, sino para identificar –ahí sí con mayor precisión– a quienes, por su condición social, están en ventaja. Y lo mismo se puede decir en el caso de las mujeres. Se ha encontrado que cuando deja de utilizarse sólo el resultado del examen como criterio de selección, sino que se éste se combina con el promedio de preparatoria, la desventaja que tienen las mujeres respecto de los hombres en el acceso se reduce hasta 50 por ciento (ibidem). Lo que significa que el uso de estos exámenes introduce una discriminación adicional a las que ya existen socialmente, ahora en el acceso a la educación media superior y superior. Un tercer mito, que luego veremos, es aún más importante.

* Rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM)

La Jornada, sábado 24 de mayo de 2014




 
 
Helos ahí…
 
NOÉ AGUDO*
 (15/mayo/2014) Horas Ahorcadas
 
 
Helos ahí, plantados en su oficio cual centenarios ahuehuetes en su persistente labor de crear savia nutricia para reverdecer su follaje, fortalecer sus raíces y extender sus ramas para recibir a diario a las numerosas aves que buscan conocimiento y aprenden a volar entre su fronda.

Helos ahí, pacientes y tolerantes ante los denuestos y epítetos que los medios de información −sobre todo los pertenecientes a empresas que desearían ver privatizada la educación− arrojan contra ellos, especialmente cuando levantan la voz para exigir respeto a su trabajo, un sueldo justo y reclamar la dignidad para su oficio.

Helos ahí, pacientes y prudentes ante ese acoso cuyo nombre mismo es carcelario, el rondín, una afrenta porque quienes los ordenan saben bien quiénes son los que faltan, quiénes cobran y no trabajan y sólo aparecen los días de quincena.

Helos ahí, rodeados de basura, muebles destrozados, pizarrones manchados, muros acribillados por el grafiti, impartiendo una educación a contracorriente de la televisión, la internet, las omnipresentes pantallitas de los celulares y otras prótesis cuyo efecto común es la pérdida de atención y concentración del estudiante, pero que ellos tienen la obligación de restituir.

Helos ahí, adustos y estoicos ante las borrascas generadas por pillos y bribones disfrazados de líderes sindicales, los vivillos de siempre, y las burocracias doradas que los usan como botín político o escala para trepar.

Helos ahí, divididos y confundidos, porque no hay mejor forma de control que crear la división y de paso engañarlos con el señuelo de las plazas de carrera, los mejores sueldos, los estímulos, y sembrar la insidia de que hay unos más competentes que otros, o más preparados que otros, o mejores que otros. Todo ello a sabiendas de que jamás habrá suficientes plazas para todos, pues sólo se trata de una perversa forma de control.

Helos ahí, con la tentación del retiro, pero indeclinables en el esfuerzo de trabajar hasta el último aliento, pues saben que pensión y retiro son sinónimos de indigencia, dados los sueldos miserables que sólo servirán para pagar la casa, la hipoteca o las medicinas para enfermedades y achaques, lo único seguro al final de una vida de entrega.

Helos ahí, envejecidos sus troncos y angostadas sus raíces, pero firme la mirada en el horizonte, a la espera de ese día luminoso en el que todos puedan contar con una plaza digna, estabilidad en el empleo y una justa retribución a su trabajo. Helos ahí, mis colegas, mis compañeros, mis hermanos. Yo mismo como la esperanza que extiende su mano hacia el futuro.



Final de semestre

Desalentador el panorama que se nos ofrece cada fin de cursos: un desplome brutal de la educación, sólo alterado por dos o tres alumnos, los infaltables de siempre, cuyo buen rendimiento es más bien para confirmar la regla, mas no constituye un indicio con el cual nos podamos reconfortar un poco. ¿Qué pasaría si sólo aprobáramos a los dos o tres sobresalientes de cada grupo? ¿Qué hemos hecho para que el nivel de exigencia y rigor hayan caído tan bajo? ¿De verdad somos los profesores los responsables de esta situación?

Son preguntas retóricas, por supuesto. A diario converso con colegas que se actualizan, que preguntan por cursos para adquirir nuevos aprendizajes y habilidades, que se han inscrito para realizar una maestría o un doctorado, que se esfuerzan por ser mejores. ¡Y cómo no, si en ello se juegan la posibilidad de que les asignen grupos, un mejor horario o aspirar a una mejor plaza!

El déficit de conocimientos con que los alumnos concluyen su bachillerato se debe a numerosos factores, de los cuales los profesores somos solamente uno, y ni siquiera el principal. En primer lugar está la falta de motivación de los estudiantes, provenientes de un contexto social difícil, con hogares problemáticos, donde no se comprende aún el bienhechor efecto de la educación, y sólo se envía a los jóvenes a la escuela con el fin de entretenerlos un poco mientras terminan de crecer para poder trabajar.

En segundo lugar están los modelos que propone una sociedad con una profunda desigualdad: con una clase gobernante y política corrupta e inepta; con empresarios voraces y acostumbrados a ganar sólo mediante trampas y sobornos; con medios de información masiva manipuladores y engañosos; con modelos de éxito reservado a los criminales, ladrones y toda suerte de transgresores. En esta sociedad el trabajo, la educación, la constancia y la honradez son valores que se ven más bien como obstáculos y no como indispensables para lograr una vida digna.

Al hablar de medios debemos considerar otro hecho que las escuelas han ignorado hasta hoy: en qué aspectos contribuyen realmente esos medios a la educación y en cuáles sólo son un profundo distractor, o agentes de perturbaciones todavía mayores. Cualquier profesor de lectura sabe que ya casi nadie lee o es incapaz de emprender sesiones prolongadas de lectura. Y lo mismo sucede con la escritura. ¿O acaso ya no son necesarias? ¿Acaso la televisión, Internet, los videojuegos y los teléfonos celulares son ajenos a esta situación?

La escuela tiene su responsabilidad en esta caída del rigor y la calidad, por supuesto, y casi siempre debe actuar a contracorriente cuando su deseo de luchar contra esta situación es sincero. Pero más que escuela debemos hablar de sistema educativo. Hoy nos amanecimos con la noticia de que casi mil quinientos profesores del estado de Hidalgo, todos nacidos en 1912, cobran como mínimo 148 mil pesos mensuales. Me conformaría con conocer a uno de esos profesores centenarios. También nos enteramos que 70 profesores, casi todos de Veracruz, ganan 193 mil pesos mensuales. ¡Más que el presidente de la República, y sin considerar otras prestaciones como aguinaldo y vacaciones! El colmo es que en Oaxaca, uno de los estados más pobres y con mayor atraso en la educación, vive un tal A. Ramírez Z., quien cobró 603 mil pesos mensuales en el último trimestre. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, se gastan 33 millones de pesos diarios en nóminas fantasmas. Y de 24 mil 230 nóminas de escuelas fantasmas, 14 mil 650 están en Oaxaca. Bien, pues todo esto no sería posible sin un sistema educativo uncido a las prácticas corporativistas y corruptas de un gobierno que ha empleado a millones de profesores para ganar votos, imponer sus políticas y mantener durante décadas el control del magisterio.

Por eso he dicho que en la UNAM la crítica y la denuncia de la corrupción y la ineptitud no constituyen un derecho sino una obligación. Si no lo hacemos en poco tiempo nos pareceremos a ese sistema del que hoy se empieza a conocer el desastre en que hundió a la educación básica del país. Afortunadamente, hoy estrenamos dirección general y dirección del plantel Vallejo. En las pláticas que hemos sostenido con el director general, y con el director del plantel, ambos se han comprometido a actuar con transparencia, con apego estricto a la normatividad y sin preferencia por ningún grupo o persona. El propósito es lograr esa educación de calidad de la que tanto se habla pero pocos hacen algo por lograrla. Un ejemplo: el caso de las plazas de carrera a contrato, las que fueron otorgadas van de regreso y se someterán a concurso. Y la atribución que los directores tienen de otorgar dichas plazas por el Artículo 51, el doctor Ceja Pizano renuncia a ella y, sólo si fuera necesario, se hará mediante la aprobación de una comisión de profesores que actúen con imparcialidad y probidad. La lista jerarquizada se limpiará, se rehará en un marco de transparencia, para que la asignación de grupos se haga conforme a derecho y no beneficiando a familiares o favoritos.

Si nuestros directivos son capaces de corregir los vicios que tanto perjudicaron la vida del Colegio, los auténticos profesores estaremos con ellos para apoyarlos en esa tarea. Es el momento de presentar propuestas, estudios y proyectos que recuperen la vida académica, que superen los obstáculos para lograr esa enseñanza de calidad que todos anhelamos. Un ejemplo: debemos hacer que las maestrías, diplomados y cursos sean para mejorar como docentes y no sólo para obtener constancias y ocupar un mejor lugar en el escalafón. Debemos pugnar por un mayor egreso, es cierto, pero que los estudiantes adquieran conocimientos útiles para continuar sus estudios. Etcétera.

Un logro poco conocido y visto de la nueva administración del plantel fue desalojar toneladas de basura que se amontonaban en una zona de las instalaciones. ¡Que este logro sea una metáfora de las transformaciones más profundas que se requieren y han de venir!

*Profesor del CCH Vallejo

 
En el Día del Maestro, miles de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación realizaron un mitin frente al Palacio de Bellas Artes, que abarcó varias cuadras de la avenida Juárez, debido a que el cuerpo de granaderos les impidió llegar a la Plaza de la Constitución Foto Carlos Ramos Mamahia. La Jornada, viernes 16 de mayo de 2014.




 
La "partidocracia" rechaza candidatos no partidistas
 
Joel Ortega Juárez

La hipocresía es la conducta de la clase política. Para impedir la manifestación de la CNTE al Zócalo y evitar que se vuelva a quedar en un plantón como el de hace un año, el Gobierno del DF instaló un festival internacional de las culturas.
 
La Asamblea de Representantes del DF hizo pirueta y media para no “legalizar” en lo más mínimo el consumo de la mariguana, aunque fuese mediante un pequeño aumento de los gramos que pudiesen portar sus consumidores.
 
Hace unos años el nefasto gobernador priista de Oaxaca simuló realizar unas “obras de remodelación” de las plazas principales de la ciudad capital de ese estado para “limpiarla” de manifestantes, algo semejante hizo el gobernador perredista de Michoacán y también se hizo lo mismo en Coyoacán por parte del delegado perredista para “quitar” a los ambulantes de sus plazas principales. Ahora los diputados imponen “candados” a las llamadas candidaturas independientes que las hacen prácticamente imposibles. No se diga los requisitos para registrar un partido.
 
Esta hipocresía de aparentar defender ciertas causas “políticamente correctas” es una vieja práctica de la clase política mexicana. El PRI tiene como lema democracia y justicia social, cuando impidió de muchas maneras la existencia de elecciones verdaderas, durante décadas. Mediante una legislación tramposa impuso un sistema sindical, que es en realidad un aparato de control corporativo de los trabajadores. Esto se tradujo en salarios casi de hambre y en la anulación, de hecho, de la huelga y otros instrumentos de resistencia de los asalariados. Todo a nombre de los “más sagrados derechos de la clase obrera”. No es extraño que los “líderes sindicales” sean millonarios al servicio del gobierno y los patrones.
 
En el asunto de los “candidatos independientes” se ha vuelto a ejercer esa hipocresía. Ninguno de los tres partidos centrales ni sus apéndices estaban dispuestos a abrir el registro de candidatos no partidistas, que pudiesen poner en riesgo su monopolio en los diversos aparatos de representación. Ni siquiera a nivel municipal ni a nivel delegacional en el DF ni estatal en el caso de los diputados locales y los gobernadores y por supuesto mucho menos en las diputaciones federales y los senadores. Obviamente jamás en las candidaturas presidenciales.
 
Baste recordar que el asunto de las sucesiones presidenciales tiene una larga y a veces trágica historia en México, como los asesinatos de Álvaro Obregón y Colosio, sin omitir la sucesión de Lázaro Cárdenas, que ensangrentó las casillas electorales para imponer a Manuel Ávila Camacho contra la candidatura del general Juan Andreu Almazán. La no “solución” de la sucesión presidencial en el PRI produjo irónicamente en 1988 el fraude para imponer a Carlos Salinas contra Cuauhtémoc Cárdenas.
 
Esa “sucesión” fue cínicamente calificada, por Carlos Salinas, como un proceso realizado bajo “la existencia de un partido prácticamente único”. La transición frustrada de 2000 y la restauración priista de 2012 han vuelto a impedir las candidaturas no partidistas, el registro abierto a nuevos partidos, consolidando la partidocracia. ¿Hasta cuándo?
 

joeloj7168@yahoo.com.mx



 
 
ADIÓS A LA TARDE
 
Salomón Atiyhe Estrada*

Los días se devanan en los dedos de mis manos
como pétalos de rosa fenecida.
La terquedad de este corazón se aferró al perfume de la luz.
La tiniebla juega con mis ojos.
Acaso utilizar el eco del recuerdo
para acariciar pensamientos olvidados,
colgados en anzuelos de ilusiones
en una mar desnuda de escamas.
 
Las horas  giran cual molino en la molienda de ideas,
en la derrama de polvo, con olor a bálsamo embrujado,
con el orgullo agigantado, con voces cantarinas de pasado,
con un silencio que ladra a los miedos
que se deslizan en una discreta risa;
que esparce tu aliento de polen en la naciente piel de candela
con un suspiro de vida agradecida.
 
¡Y mi cuerpo! Brasa enrojecida.
¡Y tu cuerpo! Lumbre intempestiva.
¡Y el día! Se va, líquido en mis dedos.
 
La luna lame los pálidos cristales,
el viento rasga  las ventanas;
afuera hay un concierto.
Las imágenes suspendidas en el aire;
aquí, adentro, tus caricias.
¡Y mis manos! Mis manos, palpo a palpo
sobre tu piel, sol de mayo, avanzan.
 
Las ramas alocadas, descontroladas,
proyectan sombras surgidas de mis ojos.
Tirantes los pies, duro cuerpo de placer,
intento dar eternidad al momento.
Afuera, marzo esparce azares y la flor de durazno,
con el fruto prendido le dice adiós, en reto, al viento.
 
¿Recapitular nuestros orgasmos?
¿Estas tardes polvorientas?
¿Estos abandonos terrenales?
¿Estos frutos regados con sudor restregado?
¿Estos cuerpos prendidos en la luz?
 
 
Atrapados en un viejo proyector,
incesante, interminable, inescrutable.
Aquí no ha pasado el olvido, sólo el viento,
sólo las flores, sólo el tiempo, sólo el universo y su hastío,
sólo mis sueños seductores.
 
Un maullido  me busca, como
siempre, ronronea, electrifica,
me habla de misterios egipcios;
y tú, como esfinge taciturna,
con faraónica mirada me cubres.
 
Lo salvaje y lo domestico juegan,
los juegos de ciertas tardes polvorientas,
con el tiempo arrullado por el viento,
con mis tímpanos muertos por tu aliento.
 
Entre las rojas flores del granado
los ojos de una araña nos observan
perdidos en la tarde moribunda
con tu roja flor entre mi mano,
trémula, relampagueante, vivaz,
con el néctar de tu cáliz derramado.
 
Dos cuerpos, como ramas torcidas
se encuentran con la sombra de la noche.
 
* Torreón, Coahuila, México. Email: Somonatiyhe@hotmail.com



 
 
4. 11. 2013
 
Polvo de luz
El valle prende su lámpara
 
...Bosteza
 
 
16. 10. 2013
 
Despierta la sensualidad del día
 
Son velos las nubes
Le acarician
 
Javier Acosta Romero. Prof. del CCH Sur
Fuera de foco (Poemario)

 
 
 
 
 
 
Filosofía para niños y jóvenes
Angel Alonso (CCH Azcapo)
 
Estimado profesor Jesús:
 
Como siempre agradezco su número de "La Palabra". En este correo le envío tres cursos que se darán en el periodo interanual en CCH (inscripciones en www.cch.unam.mx/tacur) sobre filosofía para niños y jóvenes. Confío en que me podrá apoyar reenviando estos archivos a sus contactos.
Un saludo

3 Archivos adjuntos
Ver todo
Descargar todos
CURSOSUMIACHER
.docx
Descargar Ver
CURSOMEDINA
.docx
Descargar Ver
CURSOLOPEZ
.docx
Descargar
 

Menú

Text
© 2024 La Palabra