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LA PALABRA

No.52, marzo de 2014
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.

Correo: pamaranto_j@yahoo.com.mx
www.lapalabrareflexion.mex.tl

http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch



 
Designan a Jesús Salinas Herrera director del CCH
 
Por Emir Olivares
La Jornada en línea, Tue, 04 Mar 2014 09:33
La Junta de Gobierno (JG) de la UNAM designó a Jesús Salinas Herrera como nuevo director general del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la casa de estudios para el periodo 2014-2018.
 
Con esta decisión Lucía Laura Muñoz Corona, quien ocupaba el cargo hasta anoche, no pudo ser reelecta para un segundo cuatrienio en esta dirección general.    


    

 
                                    Foto tomada de 24 horas
 
Salinas Herrera, de 59 años de edad, es licenciado en física y matemáticas por la Escuela Superior de Física y Matemáticas del Instituto Politécnico Nacional. Obtuvo la maestría en filosofía de las ciencias naturales por la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, y es doctor en ciencias con especialidad en matemática educativa por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
 
Desde hace varios años es profesor titular de tiempo completo en el CCH Vallejo del que ocupó la dirección, de 1989 a 1997. También se desempeñó como coordinador del Programa de Formación Docente del nivel básico del Centro Nacional de Educación Química de la Facultad de Química de la UNAM.
 
El nuevo directivo universitario es miembro del Comité Directivo de la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales y también es miembro del Sistema Nacional de Investigadores con nivel I.

 
 
 
Designa UNAM nuevo director de CCH
 
Natalia Gómez| El Universal
13:07CIUDAD DE MÉXICO | Martes 04 de marzo de 2014
 
Jesús Salinas Herrera es el nuevo director General de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), para el periodo 2014-2018

En medio de una reforma curricular inconclusa al sistema de bachillerato, la UNAM designó a Jesús Salinas Herrera como director General de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), para el periodo 2014-2018.
 
El secretario General de la UNAM, Eduardo Bárzana García, le dio posesión de su cargo en la sala de Consejo Técnico de la citada instancia y señaló que el compromiso exige un ejercicio de comunicación amplia, con una comunidad diversa y rica en valores, para conjuntar esfuerzos en beneficio del CCH y de la UNAM.
 
Salinas Herrera se comprometió a impulsar el trabajo conjunto, la participación y el diálogo para afrontar con éxito los retos institucionales y así responder a la confianza de la sociedad y la Universidad.
 
La trayectoria del Colegio exige realizar el máximo esfuerzo para presentar resultados concretos y objetivos. "En la integración de mi equipo de trabajo y en las tareas institucionales todas las ideas serán consideradas", expresó.
 
En esta administración, sostuvo, se promoverá la cercanía de los cuerpos directivos con sus comunidades y se establecerá el diálogo como vía privilegiada para atender sus necesidades.



 
La designación del director del CCH
 
Prof. Jesús Pacheco Martínez

“La designación del Dr. Jesús Salinas Herrera, como director general del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, me parece acertada, en virtud de que el Colegio requiere de una política académica incluyente, donde la Dirección General sea representativa de los cinco planteles, las decisiones sean tomadas en forma colegiada y la comunidad sea consultada particularmente en los problemas cruciales por los que atraviesa la institución: como son plan y programas de estudios, las plazas de carrera a concurso universal, los órganos de gobierno que no sean ad hoc a la dirección en turno, sino verdaderos órganos de representación, discusión y reflexión de los asuntos de la comunidad y de la universidad” (Comentario hecho por mi persona en La Jornada en línea, hoy martes 4 de febrero de 2014).

La designación por sí misma, no significa que las cosas vayan a cambiar en el CCH. Pero puede ser el punto de partida de una política diferente a la que se siguió en los últimos cuatro años en la recién concluida administración. Aún no está resuelta la problemática que representa la actualización del plan y programas de estudio, aunque sí hay el consenso de que ninguna actualización será viable, si no está asumida plenamente por convencimiento de los académicos y de los núcleos de estudiantes que se han pronunciado contra dicha actualización, porque ven en ella las miasmas de una contrareforma al modelo y filosofía del Colegio.

Se ha reclamado plazas de carrera para el personal académico de asignatura; es ampliamente conocido que el 74 por ciento de la docencia en el Colegio, se imparte por la gran mayoría de este personal docente. Que alrededor de la mitad de ese 74 %, es personal interino, que así se puede pasar la vida con el ensueño de la definitividad y estabilidad en el empleo y con el señuelo de una plaza de carrera, para que una autoridad al final del camino, le ofrezca una jubilación al cumplir 70 años de edad.

 El CCH requiere plazas de carrera de tiempo completo y de medio tiempo y una autoridad consecuente debe reclamarlas para su comunidad, asumiendo la demanda de que estas no sean dadas por el artículo 51 del EPA, sino convocadas a concurso abierto y universal, sin los requisitos de la edad que pretende la DGAPA.

De igual forma, se ha reclamado que los órganos de gobierno (Consejos Internos y Consejo Técnico), no sean órganos meramente consultivos, ni mucho menos organismos ad hoc de las direcciones, sino verdaderos órganos de representación, discusión y reflexión de los asuntos de la comunidad y de la universidad. ¿Por qué de la universidad? Porque el Colegio no es una isla sino parte esencial de la UNAM, como lo es la ENP y cualquier otra escuela o facultad de nuestra Casa de Estudios.  

Es un momento oportuno, para que la dirección general del Colegio se integre de manera plural y representativa de los cinco planteles y que no haya sobre representación de un solo plantel, una dirección incluyente donde las diferentes tendencias y corrientes de académicos que han hecho propuestas para el mejoramiento de la institución formen parte de la misma. Esto le daría al Colegio una proyección que trascendería los cuatro años que dura una administración.

El Colegio de Ciencias y Humanidades puede seguir siendo un modelo de bachillerato para miles de jóvenes que aspiran al bachillerato de la UNAM. Por qué no pensar en la posibilidad de abrir los cuatro turnos que durante muchos años mantuvo el Colegio, sin detrimento de su calidad académica. Sería una aportación del CCH a la demanda de educación media superior, que cada año se incrementa en la Ciudad de México y zona metropolitana.

Esperemos que el nuevo director general asuma una responsabilidad académica que el aquí y el ahora, socialmente hablando, se demanda de la universidad y del Colegio.


 
HORAS AHORCADAS
NOÉ AGUDO (04/marzo/2014)
De la hoja volante a la hoja digital

Sería una incoherencia mantener la imagen de la moneda en el aire ahora que conocemos quién es el nuevo director general del CCH. Pero no sólo porque ya sabemos quién es –el doctor Jesús Salinas Herrera−, sino porque su designación no fue un volado y éste es el hecho que quiero destacar. Me congratulo de constatar la actuación de una Junta de Gobierno perceptiva, sensible, que supo escuchar y atender las voces de los profesores que por iniciativa propia acudimos a plantear nuestras preocupaciones en torno a un Colegio que veíamos cómo se dirigía al desastre.

La Junta atendió nuestras voces y supo transmitirlas al rector, lo cual propició que la designación de nuestro director fuera en esta ocasión meditada, cuidadosa, y se decidiera por un profesor cuyos méritos académicos e intelectuales están fuera de toda duda, además de su probidad y eficiencia.

Un rasgo poco visto de la democracia, lo cual no disminuye su importancia, es su capacidad para que un organismo institucional, y la sociedad en su conjunto, puedan regenerarse por sí mismas si sus miembros o partes funcionan y actúan en el ámbito que les corresponde. Hace un año, cuando inicié la publicación de estas hojas digitales (“Al fulgor de las jacarandas en flor”), me preguntaba por qué en un espacio como la UNAM, y específicamente en el CCH donde el conocimiento, la información y la crítica deberían prevalecer e impedir la existencia de arribistas, la existencia de la simulación y la corrupción, por qué entonces parecía que estuviéramos en una comunidad controlada por caciques y líderes venales.

Era y es porque no aprovechamos los espacios que nos permite la democracia y que hoy nos atrevimos a emplear al menos uno. Supe que había ocurrido un gran cambio cuando, nombraran o no a un nuevo director, presencié la movilización de sencillos maestros que acudían a hablar ante los integrantes de la Junta de Gobierno y proponer sus ideas. La Junta cumplió su papel y allí están los resultados.

Bien, pues la democracia no es sólo una forma de gobierno sino un estilo de vida. Debemos aprender a vivir en democracia. ¿Cómo? Ejerciendo nuestros derechos sin temor; utilizando los espacios que ésta nos permite para expresarnos; rescatar aquellos medios que han sido pervertidos o cooptados; reconocer las cualidades de nuestros colegas, pero no dudar en señalar sus errores cuando sea necesario; pensar siempre a partir de pruebas y evidencias, y no mediante dogmas o esquemas como “izquierda” o “derecha” que hoy significan lo mismo o casi nada; ejercer la crítica e infundir este espíritu crítico en nuestros alumnos; enseñarles a razonar, a argumentar, a informarse...

Cuando inicié la publicación de estas notas un compañero bien intencionado me dijo que tendrían efecto si los publicara en un medio como El Universal o La Jornada. No, le respondí, Lutero inició su reforma religiosa con hojas volantes y sólo después alguien las reunió en libro.

No es mi intención compararme con Lutero (después él y Calvino se volvieron tan dogmáticos como los representantes de la contrarreforma) sino simplemente hacer notar que mi propósito partió también de la misma certeza: del poder renovador de la palabra. Ese invento que nos permite llegar a la conciencia y modificar los pensamientos y comportamientos. Y para esto cualquier medio es útil. Hasta una hoja volante.



 
Anuncian paro en CCH Sur contra renovación de planta docente
 
Alma E. Muñoz
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de febrero de 2014, p. 42

 
Aunque la Universidad Nacional Autónoma de México informó que no tuvo eco el paro activo de académicos inconformes con el programa de renovación de la planta docente, profesores que participan en el movimiento aseguraron que ayer realizaron acciones que les generaron mayor apoyo. Dante Bello, académico del Colegio de Ciencias y Humanidades Sur, informó que en ese plantel se acordó realizar un paro total el 13 de marzo. Mencionó que hubo un paro activo en las preparatorias cuatro y cinco, así como en la Facultad de Filosofía y Letras, donde hubo afluencia enorme de alumnos, particularmente en cambios de hora y de turnos. Indicó que también hubo jornadas de información en otras escuelas y facultades.

 
 
Critica próximo nombramiento de director de CCH
 
La Jornada, El Correo Ilustrado, Viernes 28 de febrero de 2014

En carta publicada en El Correo Ilustrado de La Jornada, el viernes 28 de febrero por el Prof. Rubén Venadero se plantea: “… exhortamos a la base estudiantil y académica a organizarse para reivindicar los principios fundadores del colegio que, entre otros, preconiza educar más y mejor a un mayor número de jóvenes mexicanos. Este principio obliga a quienes nombrarán a la autoridad directriz de nuestra escuela a acatar los lineamientos democráticos de ésta; lo cual puede resumirse en saber gobernar en un marco de tolerancia de la disidencia, así como respetar los derechos académicos y laborales de quienes participamos en nuestra institución”.

Rubén Venadero Valenzuela
 

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