La Palabra

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LA PALABRA
 
No.67, julio de 2014
 
Publicación periódica  de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.


www.lapalabrareflexion.mex.tl

http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watch

 
Palestina
Prof. Jesús Pacheco Martínez
 
 Ante las posibilidades de lograr acuerdos de paz entre palestinos e israelíes, en el contexto de las mediaciones del Papa Francisco y el encuentro en el Vaticano de Shimón Pérez presidente de Israel y el presidente palestino Mahmud Abás, para orar por la paz y la demanda del Papa a ambos presidentes de ‘derribar muros de enemistad’, grupos extremistas tanto de Palestina como de Israel, han atizado el fuego de la violencia y claro está, con el beneplácito del gobierno israelí, presidido por el primer ministro Benjamín Netanyahu, férreo opositor a firmar la paz con los palestinos.
 

En la foto, los presidentes de Israel y Palestina, acompañados del Papa Francisco, plantan un árbol de OLIVO, como símbolo de paz.

El secuestro de tres jóvenes israelíes, el 13 de junio en Cisjordania y la muerte de los mismos, supuestamente llevado a cabo por extremistas allegados a Hamas, sin que esto aún se aclare, así como la muerte por calcinación de un joven palestino en Jerusalén, ha avivado el odio, el rencor y la violencia en forma desigual y desmedida.
 
El gobierno de Israel ha intensific
ado los ataques aéreos, causando más de 88 muertos y más de 660 heridos y amenaza con recurrir a una operación terrestre en la franja de Gaza, con la participación de 41 mil 500 reservistas, donde viven cerca de 2 millones de palestinos, “El primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió que los bombardeos seguirán sobre Hamas, el movimiento de resistencia que gobierna en la franja de Gaza, cuyas fuerzas han respondido con cientos de cohetes sobre territorio israelí. La ofensiva Borde Protector de Tel Aviv ha causado 88 muertos y más de 660 heridos, mientras el presidente palestino Mahmoud Abbas instó al gobierno de Barack Obama a trabajar juntos para lograr que cesen las hostilidades en la zona” (La Jornada, viernes 11 de julio de 2014).
 
Es innegable que independientemente de lo irracional de esos crímenes, la respuesta del Estado y gobierno de Israel, de desatar su maquinaria de guerra, le favorece al extender “la ocupación ilegal, criminal y contraria a derecho que se prolonga en territorios palestinos, incluida la Jerusalén oriental” (Editorial de La Jornada, 03 07 14).
 
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina dijo que los bombardeos matan familias enteras.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expuso: hemos decido intensificar los ataques contra Hamas y otras organizaciones terroristas. Pagarán un precio muy alto por disparar cohetes contra nuestros ciudadanos. En el tercer día de la operación militar han muerto 68 palestinos, 29 ayer miércoles, y hay cerca de 500 heridos. El presidente saliente Shimon Peres advirtió también de la posibilidad de una acción terrestre. En la imagen, civiles huyen tras la ofensiva Foto Reuters.

Se requiere la intervención de la ONU y de los países que han votado por una solución pacífica al conflicto entre Israel y Palestina, para exigir un cese al fuego y a la intervención militar por parte de Israel y poder arribar a un acuerdo de paz, que incluye necesariamente, el reconocimiento de dos Estados: Israel y Palestina. Que Israel regrese los territorios ocupados y se comparta Jerusalén por las dos naciones.

Las últimas noticias de hoy viernes 11 de julio señalan : “La cifra de muertos por los ataques aéreos israelíes superó hoy el centenar, mientras 680 personas resultaron heridas, según los últimos datos comunicados por el portavoz de los servicios de emergencias locales, Ashraf Kidra, en su cuenta de Twitter.
 
Aumentan las informaciones de víctimas civiles, entre ellas mujeres y niños, en el marco de la operación lanzada por Israel en la noche del martes para frenar el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí. Desde entonces atacó mil 100 objetivos y lanzó más de 800 toneladas de misiles contra el pequeño territorio palestino.
 
Además, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el jueves un endurecimiento de la operación militar contra los extremistas en Gaza e incluso la preparación de una ofensiva terrestre.
 
El Ejército israelí desplazó tres brigadas de infantería a la frontera con la franja de Gaza esta mañana, a las que se unirán otra u otras dos en los próximos días, informó hoy el portavoz militar israelí Peter Lerner. En total, 33 mil reservistas fueron movilizados.
 
El embajador estadunidense en Israel, Dan Shapiro, aseguró hoy que Israel tendría todo el apoyo de Washington incluso en el caso de que decidiera lanzar esa ofensiva. “Apoyaremos a Israel incluso en el caso de que decida enviar tropas terrestres a Gaza”, dijo en declaraciones a la emisora militar israelí. “Nadie desea una ofensiva terrestre y nosotros deseamos que Hamas frene el lanzamiento de cohetes”, dijo Shapiro. “Sin embargo, en cualquier caso Israel contará con el apoyo total estadunidense” (La Jornada en línea, 11 de julio de 2014).
 
La ONU dice: “Los bombardeos israelíes contra viviendas en Gaza podrían violar las leyes de la guerra y la legislación internacional sobre derechos humanos, alertó el viernes la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El gobierno de México señaló: “El gobierno de México, por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expresó su preocupación por la escalada de violencia que se registra en la Franja de Gaza y en Israel.
 
"México condena el lanzamiento de cohetes y los bombardeos aéreos, y lamenta profundamente que dichas acciones hayan causado un número considerable de víctimas, entre ellos niños, cientos de heridos, la destrucción de hogares y el sufrimiento de la población civil", advierte la Cancillería en un breve comunicado.
 
Agrega que México reitera su rechazo a la violencia y hace un llamado a las partes a actuar con la máxima moderación para evitar acciones que ncrementen el conflicto y la inestabilidad” (Diario citado).
    
Acto de solidaridad con Palestina, en La Secretaría de Relaciones Exteriores, el viernes 11 de julio de 2014.

https://www.youtube.com/watch?v=tIjpmL4XQg4&hd=1 Participación del Prof. Jesús Pacheco Martínez
 

Opina sobre la migración

La migración se ha convertido en el éxodo acuciante en varias partes del mundo, y tiene varias aristas, pero una de las principales es que sectores de diversos grados o estatus sociales recurren a ella porque las políticas neoliberales precarizan material y espiritualmente las vidas de las personas en sus lugares de origen. Suceden entrecruzamientos migratorios entre un país y otro, buscando estabilidad económica y una vida tranquila y holgada.
 
Cuando las crisis se expanden como pandemia suceden las razones para emigrar en busca de una tierra donde se cree que se estaría mejor. Razones hay muchas para ello –económicas o de seguridad– cuando se está cayendo en la barbarie o el mal aplicado estado de derecho.
 
En Estados Unidos, el gobierno de Obama usó la migración como medio electoral, con la oferta de una reforma migratoria, la cual no sólo incumplió, sino que profundizó en las deportaciones de connacionales diarias. A pesar de saber que el imperio del norte atraviesa una recesión económica prolongada, la migraciones siguen su curso al ver que los gobiernos nacionales, que también los orillan a emigrar, no tienen ningún plan para detener este problema grave; las familias se desintegran y se fugan los cerebros y las fuerzas productivas que podrían tener todo aquí, en el lugar donde están sus raíces.
 
Luis Langarica Arreola
El Correo Ilustrado, La Jornada, 3 de julio de 2014

 

Académicos reconocen legado de Arnaldo Córdova

La delegación sindical académica del STUNAM en el Plantel Vallejo del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM reconoce la enorme pérdida que para la izquierda mexicana significa la muerte de Arnaldo Córdova.

Consideramos que su aportación a la investigación política es una fundada crítica de la ideología e instituciones dominantes y al mismo tiempo un extraordinario rescate de la intervención de las masas para construir un México democrático y justo.

Por ello, Córdova siempre estará presente en la conciencia de amplios sectores del pueblo mexicano.

Delegados académicos: Rubén Venadero Valenzuela y Rolando Analco Vázquez
El Correo Ilustrado, jueves 10 de julio 2014
 

CORRUPCIÓN,  COMPLICIDAD  E  IMPUNIDAD
David Silva Tonche

En el artículo anterior (La fe inquebrantable), señalábamos que cuando toda persona ejerciendo su derecho a la información, se dirige a la autoridad para que responda a una solicitud y no lo hace correctamente, lo hace en forma incompleta o maliciosa, se omite también el deber de investigar hechos irregulares y anomalías, que con motivo de la solicitud se ponen en su conocimiento; cuando se falsea, se contesta con palabras de circunstancia, se proporciona una respuesta incompleta, se niega, o sorprendentemente dice no poder precisar una respuesta, se incurre en encubrimiento implícito o explicito, el silencio sospechoso, la manipulación del pasado,  el olvido o la mentira.  Con estos comportamientos irregulares, que tanto daño hacen a las instituciones, entre ellas la nuestra,  es como se forma la llamada trilogía, corrupción - complicidad - impunidad y por lo mismo se promueve la cultura de la opacidad.

En todo país o en toda institución,  la corrupción se ha constituido en el más devastador de los flagelos de la administración  y de la vida social; contaminando y echando raíces en lo más profundo de las estructuras de las mismas, generando una cultura de impunidad, encubrimiento y falsedad, enquistándose en los organismos públicos y protegiéndose tras un muro de impunidad. El fenómeno “corrupción” es cíclico, ya que si bien sus mayores manifestaciones ven la luz en el aparato estatal, muchas de estas acciones están promovidas por intereses particulares, que de esta manera, privan sobre el bien común.

La percepción general de la mayoría de sociedades  en relación con la corrupción y los aparatos de gobierno, es alta. La noción de corrupción está conceptuada en casi todos los autores en la violación del deber de probidad y es un fenómeno que requiere de la impunidad de sus actores  y el encubrimiento por parte de otros funcionarios. Y no es un hecho casual o contingente.

Así, Samuel Huntington define la corrupción  como una desviación de la conducta de un servidor público que se aparta de las normas establecidas para ponerse al servicio de intereses particulares. Robert Klitgaard dice que: existe corrupción cuando una persona, ilícitamente  pone sus intereses personales por sobre los de las personas y los ideales que está comprometido a servir.

Pero vale decir que, la característica más relevante del problema de la corrupción es la impunidad. El fenómeno de la impunidad habla de la existencia de una red de relaciones y no de actos individuales. Corrupción y encubrimiento, se vuelven así, una pareja inseparable.

La corrupción se constituye además, en un lastre para el desarrollo de la sociedad en todos sus ámbitos; distorsiona el fenómeno económico, altera los roles sociales y en las instituciones educativa inclusive, vicia los proyectos y manifestaciones culturales de las mismas. Múltiples son los casos de corrupción que al ser denunciados y quedar en la impunidad, se traducen  en un claro desencanto y divorcio de la sociedad con las instituciones, quienes en lugar de velar por los intereses comunes, se han trastocado en herramientas al beneficio de unos pocos.

Cuando dimos lectura e hicimos pública  la respuesta a la información solicitada, nos quedó la impresión de que los nuevos directivos del CCH quieren postergar una investigación a fondo, dando al mismo tiempo la sensación de que no se han percatado de la magnitud del daño que se causó con el otorgamiento de privilegios a unos cuantos, tanto en la asignación de plazas de carrera, como en el ingreso sin certificación alguna, con el manejo de “comisiones” y en el relajamiento de la disciplina laboral con la reducción de la jornada durante dieciocho meses, para la “actualización de los programas”, proyecto que, aparte de inconcluso, no tienen las autoridades la menor idea de su costo presupuestal, como lo informan. Y al hacerlo, lo hacen con una lógica que se vuelve encubrimiento, con el pretexto de no afectar negativamente la imagen ética y académica del CCH o de que los asuntos internos de la institución no se deben de ventilar públicamente y con ello, la posibilidad de mostrar realmente su fe en la transparencia.

Ni duda cabe, que corregir las anomalías, los actos irregulares manifestados en administraciones anteriores, es una tarea ineludible de las nuevos directivos, cuya primera afirmación fue la de manifestar su “fe inquebrantable en la imparcialidad, transparencia…” es un asunto que debe tratarse con la mayor rigurosidad y no con palabras que transitan por un camino de doble vía. Son declaraciones que no tienen reparo en encubrir, proteger o mirar hacia otro lado y que muestran que no son conscientes del daño que los episodios de comportamientos irregulares, abusos y discriminación laboral hacen a la institución. De la desconfianza y desapego que ello genera en los profesores y la incidencia directa que tienen sobre el debilitamiento del Colegio, aspectos de los cuales no encontramos el menor indicio en sus proyectos de trabajo, por los cuales fueron designados y con todo ello, se pretende encubrir, ocultar o justificar cada acto de corrupción por su inacción, dejadez e inexperiencia, porque se le hace “el juego” a los enemigos del colegio, nos muestra que estamos ante niveles de tolerancia extremadamente lenientes y hasta huelen a complicidad.

En efecto, cuando la cobertura política se transforma en complicidad, como lo representa la información que proporcionan, la consecuencia es la supresión del derecho a la información, para intentar encubrir comportamientos irregulares, faltando al deber de suministrar información sujeta al principio de transparencia, faltando al deber de rendir cuentas y con ello al deber de investigar hechos en los más importantes asuntos universitarios.
Profundizar en la transparencia no es solo una cuestión de valores, sino que es, sobre todo, una cuestión de eficacia, pues evita la inercia, la gestión ineficiente y previene y sanciona la corrupción.

Lo que casi siempre se ignora, es que la corrupción produce víctimas y la impunidad deja a las víctimas al margen de la justicia. Tal es el caso de los profesores que en absoluta discriminación laboral, fueron víctimas de la muerte de sus aspiraciones a una carrera académica, de una corrupción que mostró su peligrosidad académica, que su fondo y sus formas,  rayaron en la desmoralización, fueron las protagonistas del drama de comportamiento irregular, presenciaron el acto en primera persona, sobre ellas recayó el acto corrupto, olvidados porque nadie se ocupa de las víctimas cuando los victimarios son encubiertos, y hacen que los agravios se diluyan al paso del tiempo.

Exigimos a la nueva Dirección General del CCH, que deje  de hablar de su “fe inquebrantable” que no han demostrado ni practican en el ejercicio de sus funciones y obligaciones y que asuman las responsabilidades del cargo con el honor, probidad, lealtad y honradez que deben demostrar en su encargo si es que la tienen, lo cual ya dudamos que sean efectivas y de sus buenas intenciones.

La primera advertencia, la  más seria, la más inquietante, se puede resumir diciendo, que la lucha contra los comportamientos irregulares será tan difícil como la propia lucha por mejorar la calidad de la educación. Por todo lo anterior, debatir sobre los comportamientos irregulares del pasado al interior de nuestra institución, es algo que no puede dejarse de lado, y debe ser una tarea permanente para quienes tienen por deber la formación de alumnos críticos, reflexivos y propositivos. No podemos dar carpetazo al asunto. Este debate tiene que continuar hasta satisfacer la demanda de justicia de quienes fueron las víctimas.
 

Evaluación del desempeño docente: ¿gimnasio o tribunal?

Manuel Pérez Rocha
 
Con el propósito de curar una dolencia, un padecimiento, acudimos al auxilio de un médico. Sabemos que el médico nos examinará y que la solidez de su diagnóstico dependerá también de la información que le proporcionemos; por tanto, si en verdad queremos curarnos, le daremos a ese médico toda la información útil, aun cuando en ocasiones pueda significar hacer a un lado cualquier pudor. De esta manera alcanzaremos el fin buscado: sanar.

Otra situación muy distinta se presenta si acudimos a un médico para obtener algún certificado de salud que nos ha sido solicitado por una agencia de seguros, un club deportivo o cualquier otra instancia. En este caso, el médico podrá hacernos todas las pruebas que considere necesarias, incluso con honestidad responderemos a sus preguntas, pero nada más le diremos si pone en riesgo alcanzar el fin deseado: obtener un certificado.

En buen lío estamos si queremos alcanzar los dos objetivos –sanar y obtener un certificado de salud– con el mismo médico y en la misma visita. Como he señalado aquí en otra ocasión, este lío lo viven cotidianamente los estudiantes de todas las instituciones escolares convencionales pues el maestro que debe ayudarles a sanar sus ignorancias es el mismo que los examinará para que obtengan un certificado (una calificación). Frente al maestro en funciones de inspector y juez, los estudiantes buscan ocultar sus dolencias académicas, con razón se niegan a desnudar su intelecto y con ello pierden la oportunidad de que el maestro haga un diagnóstico adecuado y les proporciones los remedios necesarios. La actitud del evaluado, su relación con el evaluador, los instrumentos y procedimientos a utilizar, y el éxito de la evaluación, están condicionados por el propósito o función de ésta.

En su Paideia, Werner Jaeger nos llama la atención acerca de “la analogía que existe entre el diálogo socrático y el acto de desnudarse para ser examinado por el médico…” Además, Jaeger nos señala que en Atenas se hacía un distinción fundamental: “Quien tenía algo que decir o algo que preguntar que consideraba de alcance general y para lo que ni la asamblea popular ni el tribunal eran lugares adecuados, acudía a decírselo o a preguntárselo a sus amigos y conocidos en el gimnasio ( gumnasion, donde se cultivaban el atletismo, la salud y la educación)”. En el aula moderna se entremezclan el tribunal y el gimnasio.

Esta irracionalidad de los sistemas de evaluación de los estudiantes lo lleva el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) a la evaluación de los maestros. Este instituto ha mezclado en la evaluación del desempeño docente objetivos que son incompatibles entre sí: a) hacer un diagnóstico para sustentar acciones de mejora de los maestros y b) avalar acciones administrativas que tienen consecuencias (fuertes) para los mismos maestros (ingresos, estabilidad laboral). Esas evaluaciones no servirán adecuadamente para ninguno de esos dos propósitos.

En su explicación de los beneficios que se ofrecen a los maestros con la evaluación del desempeño docente, el INEE enumera los siguientes; a) conocer sus fortalezas y áreas de oportunidad, b) contar con acompañamiento de la asesoría (sic) técnico-pedagógica y c) establecer su trayectoria de formación en función de los avances en su desarrollo personal. Los tres sin duda corresponden a un propósito diagnóstico y formativo, pueden ser reales beneficios para el maestro, pero añade otros dos: d) acceder a promociones y estímulos dentro del servicio profesional docente, y e) obtener seguridad laboral y permanencia.

Los dos últimos elementos de esa lista son en realidad amenazantes medidas administrativas, disfrazadas de beneficios, que merecen juicio aparte. Pero antes debe advertirse que se destruye la capacidad diagnóstica y formativa de la evaluación de los maestros si esta misma se usa para determinar sus estímulos (ingresos legítimos) y su seguridad y permanencia. Los maestros no exhibirán sus debilidades y áreas de oportunidad en procesos (y ante evaluadores) de los cuales dependen sus ingresos y seguridad laboral. Habría que insistir también en que la oferta de acceder a promociones y estímulos significa sustentar la motivación, compromiso y responsabilidad de los maestros en antivalores incompatibles con la buena educación.

Al usar la evaluación para propósitos administrativos, el INEE y la SEP dejan de ser un gumnasion y se convierten en un tribunal, pero un tribunal anticonstitucional en cuyos procesos el maestro, solo, aislado, no tiene medios para defender sus derechos. El maestro queda así en el riesgo de sufrir todo tipo de arbitrariedades, que no serán conjuradas aun cuando los procesos e instrumentos de la evaluación sean muy sofisticados.

Uno de los atropellos que se derivan de la mal llamada reforma educativa es la anulación de la relación bilateral entre el patrón (las autoridades educativas) y la representación colectiva de los trabajadores, un rompimiento de graves consecuencias para éstos (y para el resto de la clase trabajadora). Este es el significado de la pretendida reforma constitucional del gobierno de Peña Nieto: un rompimiento definitivo, histórico, del pacto social que, con múltiples violaciones, reconocía el derecho de los trabajadores a unirse y defender colectivamente sus derechos. Grave contrarreforma laboral con el disfraz de reforma educativa. Si los derechos de los trabajadores van a ser afectados por las evaluaciones, éstas y sus consecuencias deben ser pactadas de forma bilateral. De la misma manera, todos los trabajadores deben tener la garantía de un debido proceso y los espacios de defensa efectiva, colectiva, cuando consideren que sus derechos han sido afectados.

Háganse las urgentes evaluaciones diagnósticas y formativas de los maestros, pero sin contaminarlas con asuntos laborales que afectan sus derechos. Háganse las inspecciones necesarias para evitar la irresponsabilidad y el incumplimiento de las obligaciones, y en caso de proceder aplíquense las medidas correctivas justas y necesarias, pero separadas de las evaluaciones diagnósticas y formativas, y mediante procesos e instancias que garanticen el respeto a los derechos de los trabajadores de la educación, entre ellos a la contratación, representación y defensa colectivas.

La Jornada, jueves 10 de 2014

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