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LA PALABRA
No.41, diciembre de 2013
Publicación periódica de opinión. Responsables: Prof. Jesús Pacheco Martínez y Profra. Irma Clemencia Lara Martínez.
http://www.youtube.com/user/Lapalabrareflexion?feature=watchProfesores del CCH Sur exigen abrogación de convocatorias
Dr. José Narro Robles
Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México Los profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades del Plantel Sur, quienes suscribimos el presente documento, nos hemos reunido el día de hoy y ponemos a consideración de la opinión pública, de nuestras autoridades y de la comunidad universitaria, las siguientes situaciones: De principio, con respecto a las convocatorias publicadas en la Gaceta UNAM número 4559 del día 11 de noviembre de 2013, y al Programa de Renovación de la Planta Académica de la UNAM en el Subprograma de Incorporación de Jóvenes Académicos de Carrera a la UNAM, así como en la Iniciativa para el Fortalecimiento del Personal Académico de Tiempo Completo, manifestamos nuestro absoluto rechazo y exigimos de manera contundente e inmediata la abrogación de dichas convocatorias porque violentan los derechos universitarios, académicos, laborales y humanos, consagrados en nuestra Carta Magna, así como en la Legislación Universitaria vigentes; despreciando el contrato colectivo de trabajo para los profesores de la UNAM y las disposiciones de equidad y contra la discriminación de que tanto se ufana la UNAM a nivel internacional, nacional y local, que a la letra, respectivamente, dicen: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Título Primero Artículo 1o.- Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. LEY FEDERAL PARA PREVENIR Y ELIMINAR LA DISCRIMINACIÓN Artículo 4o.- Para los efectos de esta Ley se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, talla pequeña, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas. LINEAMIENTOS GENERALES PARA LA IGUALDAD DE GÉNERO EN LA UNAM Artículo 1º. Los presentes Lineamientos son de observancia obligatoria en la Universidad Nacional Autónoma de México y su finalidad es establecer las normas generales para regular la equidad de género, como una condición indispensable y necesaria para lograr la igualdad de género; destaca el derecho de que las mujeres, al igual que los hombres, puedan acceder a las oportunidades que les permitan en forma individual y colectiva alcanzar una mayor igualdad y mejorar su calidad de vida y desarrollo humano en esta Casa de Estudios, así como detectar, atender, prevenir y erradicar la violencia de género o cualquier forma de discriminación que se cometa contra un integrante de la comunidad universitaria en instalaciones universitarias. Así mismo, consideramos que se deben emitir nuevas convocatorias, que no limiten por la edad la jubilación para los compañeros que cumplan con el resto de condiciones para acceder a un retiro digno. También exigimos que las nuevas plazas no se canalicen por el artículo 51 del Estatuto del Personal Académico de la UNAM (EPA), sino por facultad del artículo 39, mediante concursos de oposición abiertos que vengan debidamente transparentados y que acaben de manera definitiva con la opacidad y la discrecionalidad en las asignaciones de los procesos y resultados, lo cual brindaría sentido de equidad y justicia al ejercicio de los cuerpos colegiados y dignificarían más la carrera académica, tan menospreciada en estos días no sólo en la UNAM. Para esto, es necesario blindar con condiciones de transparencia y legalidad los concursos de oposición abiertos, y garantizar que los procedimientos sean limpios y dignos de los maestros que integramos esta Universidad. Por lo mismo, el acuerdo es que es necesario y urgente que se generen programas de retiro digno también para los profesores de asignatura, y para ello, deben existir condiciones de seguridad y estabilidad laboral para toda la planta docente, que nos permita a todos, con base en la antigüedad y la calidad académica, acceder a la definitividad con un banco de 30 horas, y por lo mismo, a salarios dignos y acordes con la realidad socioeconómica de nuestro país, puesto que el Contrato Colectivo de Trabajo del Personal Académico ya no sólo es insuficiente, sino incluso ofensivo. Por todo lo anterior, exhortamos a todo el personal docente que aspira a administrar los destinos de nuestro Colegio, y que esté pensando en registrar su candidatura para la dirección general y de cada uno de los planteles, a suscribir este documento y a comprometerse de manera definitiva y firme con estas demandas y con la dignidad académica de los profesores. Nos hemos conformado como Asamblea del Plantel Sur y comunicamos a la comunidad universitaria que estamos en lucha de manera permanente, este movimiento es de largo aliento y de corte ético y académico. A los profesores de otras dependencias de la Universidad, los conminamos a unirnos en un solo movimiento en favor de los derechos del personal académico. Ciudad Universitaria, lunes 25 de noviembre de 2013. “Por mi raza hablará el espíritu” Ccp. Dr. Raúl Plascencia Villanueva, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos C.c.p. Lucía Laura Muñoz Corona, Directora General CCH C.c.p. Jaime Flores Suaste, Director CCH, Plantel Sur C.c.p. Academias docentes de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades
DISCURSO DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR,
EN EL ZÓCALO. 1º DE DICIEMBRE DE 2013 Amigas y amigos: Antes que nada mi agradecimiento sincero a todas y todos ustedes por su presencia en este importante acto. Desde el 8 de septiembre nos hemos congregado en cinco ocasiones y ustedes, enfrentando todo tipo de adversidades, han respondido al llamado para defender la economía popular y el petróleo. Es muy importante que en momentos como éste, haya mujeres y hombres decididos a luchar por el presente y el futuro de la nación; sobre todo, cuando se trata de prevenir un mal mayor, algo que todavía no sucede pero que de permitirse, agravaría la tragedia económica, política y social de México. Actuar como lo estamos haciendo requiere de un grado superior de conciencia: luchamos por convicción, sin depresión ni fatalismo; no aceptamos la pobreza material, pero tampoco el latrocinio y la opresión; vivimos de manera consciente, como lo han hecho en la historia de México los que han luchado por la libertad, la justicia, la democracia y la independencia. Ese es el espíritu que llevó a Hidalgo y a Morelos a arriesgar y a entregar la vida por la causa de la igualdad y de la soberanía; el que permitió a Juárez mantener una inquebrantable fe hasta lograr la restauración de la República; el que impulsó a Madero a dejar la vida muelle de su familia acomodada y desafiar al dictador; es el que mueve el corazón de todos los que acompañan este movimiento de resistencia que, es por sobre todas las cosas, una revolución de las conciencias. Repito: ustedes representan la voluntad honrada que se subleva ante la injusticia, ustedes luchan por una nueva vida y trabajan por una patria nueva. Estamos aquí para evitar un gran atraco que, consideramos, terminaría de cancelar el futuro de los mexicanos y de destruir al país. Una minoría sin escrúpulos, enajenada por la ambición material, luego de haberse quedado con las empresas públicas, los bancos, los ferrocarriles, las minas y otros bienes del pueblo y del país, buscan ahora apoderarse del sector energético nacional. Hemos dicho muchas veces que las reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución, no van dirigidas en realidad a impulsar el crecimiento económico, la creación de empleos y el bienestar de los mexicanos. No hay nada en esas reformas para darle el valor agregado a la materia prima, para construir refinerías y dejar de comprar la gasolina en el extranjero, ni para fomentar la industria petroquímica. No se busca tampoco utilizar las ventajas comparativas que significa, en un mundo globalizado, el poseer petróleo para reducir los costos de los energéticos e industrializar a México. Se trata, simple y llanamente, de que las empresas extranjeras se hagan cargo de perforar los pozos petroleros y se apropien de la mitad de la producción. Eso es lo que significan, en esencia, los llamados “contratos de utilidad compartida”. Quienes promueven esta reforma quieren agujerear compulsivamente todo el territorio nacional hasta agotar las reservas petroleras de México. Para ello, esgrimen pretextos burdos e insostenibles, que rayan en la irracionalidad. Dicen que se requiere de inversión extranjera, porque no hay recursos económicos para financiar al sector energético, cuando Pemex es una de las empresas más rentables del mundo. Alegan que no tenemos tecnología, cuando en México desde hace 100 años hay experiencia en exploración y perforación de pozos petroleros. La tradición petrolera en nuestro país se origina desde que se empezó a utilizar el petróleo con fines industriales. Sostienen, entre otras mentiras, que no es negocio refinar el petróleo en México, cuando Estados Unidos, en los últimos 10 años, ha triplicado su capacidad de refinación de crudo y obtiene grandes ganancias de la venta de las gasolina; por cierto, es allá a donde enviamos el crudo y luego nos lo regresan, porque les compramos más de la mitad de la gasolina que consumimos en el país. Ante la falsedad de que sólo nos oponemos y no tenemos propuesta, decimos de nuevo que especialistas de nuestro movimiento han presentado proyectos alternativos, obviamente, distintos a los que ha venido imponiendo, en materia de política petrolera, la tecnocracia corrupta. En esencia, nuestra propuesta ha sido combatir la corrupción en Pemex, desmantelando a las bandas que operan al interior de esa empresa pública y que se han dedicado a la ordeña de ductos, a medrar con la entrega de contratos, al transporte de los combustibles, la compra de las gasolinas y otros negocios ilícitos. Para modernizar a Pemex hay que impedir además, que se sigan haciendo jugosos negocios desde las cúpulas del poder, hay que poner un alto a los acuerdos que se toman desde Los Pinos en beneficio de políticos y empresarios de Washington, Texas, Madrid, Londres y de otras latitudes; hay que evitar que sigan robando los allegados de Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Sólo con esta limpia se obtendrían miles de millones de pesos. Si a esto se añade la decisión de no vender petróleo crudo al extranjero, sino procesar toda la materia prima en nuestro país, construyendo aquí las refinerías e impulsando la industria petroquímica, se estaría logrando realmente la transformación que Pemex necesita. Sin embargo, esta no es la idea de los actuales gobernantes. En sentido estricto ellos no son servidores públicos, sino viles mercaderes. Es un contrasentido pensar que con la entrega de las ganancias del petróleo a las corporaciones extranjeras, vendrán el crecimiento económico, la generación de empleos y la reducción de las tarifas de energía eléctrica y de gas. Desgraciadamente, va a ser lo opuesto. Vamos a tener menos presupuesto público, continuará el estancamiento económico y el desempleo, y será más profunda la crisis de inseguridad y de violencia. Pero no se trata sólo de vivir para contarlo, para poder decir el día de mañana que teníamos razón, sino de evitar lo inminente; el sufrimiento, los conflictos y el hundimiento del país. Por eso estamos aquí, para impedir la trágica felonía que tiene como prólogo un acto de traición a México porque cada vez va quedando más claro que Peña pactó en el extranjero la entrega del petróleo y es público y notorio que lo único que le importa es cumplir, a como dé lugar, ese compromiso. Hace unos días, por ejemplo, Manlio Fabio Beltrones, dijo que el gobierno estaba dispuesto a concederle al PAN su demanda de reforma electoral, con tal de que le ayudara a lograr la aprobación de la reforma energética. En su momento sostuvimos que Peña, luego de haber pactado en el extranjero, había llegado al acuerdo con dirigentes del PRD para que aprobaran la reforma fiscal y con los del PAN había negociado la reforma energética. Aquí conviene volver a decir que las dos reformas son parte de lo mismo. Aumentaron los impuestos y el déficit, es decir, autorizaron la contratación de deuda pública, porque saben que se tendrán menos ingresos y menos presupuesto cuando se compartan las ganancias del petróleo con los extranjeros. Por eso también es muy hipócrita la actitud de los dirigentes del PAN que se opusieron a la reforma fiscal, cuando saben perfectamente que si se aumentaron los impuestos fue por la reforma energética que ellos ahora están decididos a apoyar. Pero venimos a este acto a terminar de ponernos de acuerdo en cómo impedir que se lleven a cabo las reformas constitucionales. Ya se aprobó un plan de acción de desobediencia civil pacífica; sin embargo, les propongo que la demanda central de nuestro movimiento siga siendo el que se consulte a todos los mexicanos antes de imponer las reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución. Es decir, que en estos días previos al dictamen, continuemos, por todos los medios a nuestro alcance, comunicando a la sociedad un hecho básico: que ni Peña ni los legisladores tienen legitimidad para imponer una reforma de tanta trascendencia sin consultar a los ciudadanos. Que quede claro: nuestra única y principal demanda es que primero se consulte al pueblo de México. Es particularmente importante, también, que en estos días cruciales hagamos frente a la campaña permanente que los medios de desinformación del régimen oligárquico mantienen en contra nuestra. Debemos explicar a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros vecinos, que no somos un grupo de alborotadores ansiosos por romper el orden público, por el contrario, actuamos en defensa de la Constitución, las leyes y la convivencia pacífica entre mexicanos. Debemos exponer que es el gobierno oligárquico el que pretende, con su reforma energética, subvertir el orden constitucional; son ellos los subversivos: los oligarcas apoderados de las instituciones, son quienes, por su infinita ambición, buscan, una vez más, violentar el pacto social de México. En cuanto a los cercos al Senado, a la Cámara de Diputados y a los congresos locales, les recuerdo lo siguiente: Debemos estar atentos al llamado que se hará para iniciar la acción, en cuanto, comience el trámite de dictaminación de las reformas en el Senado. Hagamos el compromiso de estar todos presentes. Obviamente, me incluyo; ahí voy a estar todo el tiempo. Reafirmamos el carácter pacífico de nuestro movimiento. Todas las acciones de resistencia se llevarán a cabo bajo el principio de la no violencia. Nada de encapuchados. Cada uno de nosotros debe estar pendiente para no permitir la participación de infiltrados ni provocadores mandados por el régimen. La coordinación de los cercos a las cámaras de Senadores y Diputados y a los congresos locales, estará a cargo de los dirigentes de MORENA. Por razones obvias, los primeros en llegar a los lugares acordados deberemos ser los que vivimos en el Distrito Federal y en los municipios conurbados del Estado de México. También les recuerdo, de manera especial, que el próximo sábado 7 de diciembre vamos a llevar a cabo el segundo apagón en protesta por el aumento mensual a las gasolinas. Les pido que corran la voz para que ese día, de 7 a 8 de la noche, muchos ciudadanos apaguemos la luz y mantengamos encendida la llama de la esperanza. Amigas y amigos: Es muy importante que en estos días definitorios convoquemos a todos los ciudadanos de organizaciones sociales, civiles y políticas a luchar unidos en defensa del petróleo. Tenemos, como es natural, diferencias, pero nada, absolutamente nada, puede estar por encima del interés del pueblo y de la nación. Aquí aprovecho para reiterar nuestro compromiso y solidaridad con las maestras y los maestros de México, que luchan en defensa de sus derechos. Lo mismo expreso a los trabajadores electricistas y a los mineros, así como a las y los sobrecargos, administrativos y pilotos; expreso también nuestro reconocimiento y nuestro apoyo a los defensores de derechos humanos, a los familiares de las víctimas de la violencia y a todos los luchadores sociales del país. Asimismo, informo que mañana voy a enviar a los empresarios de México una carta en la que explico las razones por las que nos oponemos a la reforma energética; en ella les informaremos que, a diferencia de lo que se sostiene en la propaganda oficial, todos los mexicanos, incluido los sectores empresariales del país, resultarían gravemente afectados con la entrega del sector energético a los extranjeros. Amigas y amigos: Muchas gracias por la compañía en estos momentos cruciales. No me despido de ustedes porque nos vamos a seguir encontrando; les convoco a que, juntos, sigamos haciendo historia y que, con toda firmeza, gritemos: ¡Viva la Constitución! ¡Viva la industria petrolera nacional! ¡Viva la libertad! ¡Viva la dignidad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la soberanía! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!
Prometedor activismo filosófico
Manuel Pérez Rocha
Un importante sector de filósofos mexicanos, animados y organizados por el Observatorio Filosófico de México, ha decidido continuar trabajando para lograr que las humanidades, entre ellas la filosofía, tengan en la enseñanza media superior de nuestro país el espacio y las condiciones apropiadas para satisfacer las necesidades educativas de los jóvenes. Hace algunos meses la SEP concedió… pero no cedió. Como respuesta a la decidida demanda de los filósofos organizados, esta secretaría rectificó sólo en el papel la aberración que consistía en eliminar las humanidades de los planes de estudio del bachillerato, en los hechos avanza sin reparos en la imposición del llamado Sistema Nacional de Bachillerato con plan único de estudios para todas las instituciones de educación media superior, sin dar a las disciplinas humanísticas la importancia que tienen. Una de las dificultades para dar a las humanidades el impulso necesario en la educación media superior es la falta de maestros, pero el proceder responsable ante esta situación sería poner en marcha un ambicioso programa de formación de maestros, y no simular que se atiende el problema contratando a cualquier persona para impartir cursos improvisados y que sólo simulan dar una formación humanística. Esta desatención a un asunto de tanta trascendencia ya fue objeto de preocupación en el Senado de la República, el cual emitió, hace unos meses, un exhorto al doctor Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Media Superior, de la Secretaría de Educación Pública, para que impulse el Acuerdo Secretarial 656, mediante el cual se establece, en forma independiente, el área disciplinar de humanidades en la que se consideran las disciplinas de ética, lógica, estética y filosofía como básicas y obligatorias en la enseñanza de planes y programas de estudio en los sistemas tanto dependientes directamente de la Secretaría de Educación Pública, los estados o las universidades. La respuesta de la SEP a los senadores ha sido el silencio. Las humanidades son esenciales en la educación contemporánea, la formación que proporcionan es una necesidad apremiante para los jóvenes considerados como personas que tienen la responsabilidad de formarse una cultura propia y darle sentido a sus vidas. El asunto se ha convertido en un conflicto porque en la ideología economicista ramplona que predomina en la sociedad actual los jóvenes son vistos sólo como futuros empleados competentes. El gobierno de Peña Nieto no ha significado cambio alguno con respecto a las políticas educativas impuestas por los gobiernos panistas. En el tema de la educación media superior se continúa impulsando un proyecto que se formuló en el tiempo de la secretaria Josefina Vázquez Mota y al que dieron igual impulso los secretarios Lujambio y Córdoba Villalobos y sus equipos de funcionarios y asesores, entre ellos la OCDE. Es la continuidad de una ideología y proyecto de nación, y la permanencia de un funcionariado tecnócrata, lo que explica la prolongación e inevitabilidad del conflicto, pues los filósofos organizados entienden esta situación y están preparados para seguir la batalla. Además de avanzar en la articulación de sus actividades, han formulado líneas de acción enriquecidas, entre otros elementos, con una autocrítica a ciertas formas y procederes que, debe reconocerse, han contribuido a crear una imagen distorsionada de lo que significan las humanidades y su enseñanza. Los maestros filósofos Gabriel Vargas y José Alfredo Torres, impulsores del Observatorio Filosófico de México, publicaron unas Reflexiones sobre la situación actual de las humanidades y la filosofía que contienen un diagnóstico de la situación y propuestas concretas muy valiosas. Necesitamos –dicen– una filosofía que aborde temas y problemas vinculados estrechamente con las necesidades de la sociedad, incorporar la filosofía a un movimiento crítico que abogue por la justicia, por una verdadera democracia; necesitamos una filosofía que abogue por la independencia mental de los individuos, una filosofía que no sea una repetición de las grandes filosofías sino una reapropiación de ellas, que ponga el acento en el filosofar, coadyuve a la formación de la personalidad, logre una expresión en la plaza pública y oriente a los ciudadanos sobre su acción. A mi parecer, además de esta reorientación del quehacer filosófico, otro reto consiste en incorporar a la enseñanza de esta disciplina, y a la de las demás humanidades (incluso también en la enseñanza de las ciencias), métodos adecuados con sus fines. Ciencias y humanidades buscan desarrollar habilidades de análisis y razonamiento, capacidad crítica y el hábito de ejercerla. No es posible desarrollar estos saberes y actitudes con los métodos de enseñanza dominantes, dogmáticos, limitados a la exposición y memorización. Una medida fructífera consiste en incorporar, como parte sustancial del trabajo escolar, la discusión (en la verdadera educación filosófica esto es esencial). En el libro Discussion as a way of teaching, que he citado en otra ocasión, los autores (S. Brookfield y S. Preskill) proporcionan una lista de 15 valiosos aportes formativos de la discusión como método de enseñanza, todos ellos componentes esenciales de una verdadera educación humanística, científica y crítica. Un pretexto reiterado para no aplicar en el aula métodos educativos como la discusión es la supuesta imposibilidad de hacerlo por el tamaño de los grupos que deben ser atendidos. Pero hay diversas técnicas que debidamente preparadas permiten organizar discusiones productivas en circunstancias en apariencia inapropiadas. Un ejemplo, entre otros, lo da el filósofo y popular profesor de la Universidad Harvard Michael Sandel, quien ha organizado un curso de ética mediante el análisis y la crítica de las discusiones que han sostenidos diversos autores sobre tópicos actuales importantes. El logro de Sandel consiste también en demostrar que esto puede hacerse en condiciones extremas: logra incorporar en estas discusiones a un grupo de mil estudiantes (el curso está en Internet y puede obtenerse gratuitamente en la página de la Universidad Harvard). La responsabilidad de desarrollar programas sólidos de formación en humanidades es de las instituciones –la SEP, las universidades y demás centros educativos de todos los niveles–, los recursos son abundantes. Al compromiso asumido por los filósofos esas instituciones deben responder con prontitud y eficacia.
La Jornada, 28 de nov. de 2013.
Se salen del Pacto, no del 'pactismo'
Joel Ortega Juárez
La salida del PRD del Pacto por México ha desatado una cascada de declaraciones dignas de Perogrullo: "Se busca consenso no unanimidad": Peña Nieto. "Si se levantan de la mesa, tendrán que hacerse responsables de sus decisiones": Luis Alberto Villarreal, PAN, (órale). "No podemos avalar un atropello de las normas elementales de convivencia democrática": Alejandro Encinas (¿no lo es la ocupación militar del Zócalo?).
Antes, ahora y después se dice que en política se buscan acuerdos; nadie tiene la verdad; estamos viviendo un momento crítico que requiere la voluntad de todos para salir de él; no se puede dejar espacios vacíos; la derecha no debe ser la única que negocie; nadie debe abdicar de sus principios; no admitiremos acuerdos en lo oscurito; en democracia se deben admitir las posiciones diferentes... Con estos choros mareadores, nuestros ilustres dirigentes políticos pretenden ilustrar a la plebe. Obviamente nadie, ni aquí ni en China, ni en esta no dictadura ni en la anterior dictadura perfecta, ni siquiera en plena guerra (como en Vietnam), puede evitar negociar, acordar, pactar. Zambrano —quien pasó de ocupar un lugar al lado de Peña Nieto a dar una conferencia de prensa en las escalinatas de la entrada a San Lázaro— nos ha dicho con vehemencia: "Son ellos los que están dinamitando el Pacto y la posibilidad de acuerdos." Todo este cantinfleo no impide que, dentro y fuera del PRD, los enemigos del Pacto por México sigan considerando a Los Chuchos como entreguistas. Casi nunca, ni cuando se cocinaba el Pacto en casa de Murat ni cuando se firmó el 2 de diciembre de 2012 ni cuando se gestaron las reformas mediática y hacendaria donde el PRD puso su sello, se dijo claramente desde la dirigencia del PRD la razón de fondo de su participación en este mecanismo surgido al día siguiente de la toma de posesión de Peña Nieto, es decir, el segundo día del regreso del PRI a la Presidencia de la República. Nada más, pero nada menos. Vicente Lombardo Toledano, sus seguidores, los nacionalistas, los socialistas del señor presidente (Arnoldo Martínez dixit), los maoístas de las dos caras; todas esas posiciones defensoras de la política de apoyar lo positivo y criticar lo negativo de los gobiernos emanados de la Revolución defendían con claridad su política de alianza con el Estado mexicano. Su fuerza sigue siendo muy importante. Una enorme porción de la sociedad comparte sus valores nacionalistas, como lo demuestran las encuestas en torno a la reforma energética, donde más de dos terceras partes de los encuestados rechazan cualquier tipo de inversión privada en el petróleo, al que consideran un baluarte de la soberanía nacional. No extraña que sea el rechazo a una casi segura aprobación de la reforma energética por el PRI y el PAN la que produjo la salida del PRD del Pacto. No queda claro que esta salida implique el abandono de la política pactista. Es decir, la práctica de años de esa corriente nacionalista de considerar al Estado y a sus gobiernos, exceptuando a los panistas, por supuesto, como instituciones progresistas que deben ser defendidas para combatir la infiltración derechista y neoliberal. Allá ellos.
joeloj7168@yahoo.com.mx Milenio, sábado 30 de noviembre de 2013.
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